El huracán Helene ha paralizado las actividades pesqueras y turísticas en los puertos del oriente de Yucatán.
En El Cuyo, uno de los principales destinos de la costa, los restaurantes han amarrado sillas y mesas para evitar daños por los fuertes vientos, mientras que más de 500 embarcaciones han sido trasladadas a los refugios pesqueros.
Los habitantes de estas zonas se encuentran resguardados en sus casas, siguiendo las recomendaciones de las autoridades locales.
La suspensión de actividades afecta tanto a los pescadores como a los operadores turísticos, quienes dependen de la afluencia de visitantes y de la pesca diaria para su sustento.
El puerto de El Cuyo, al igual que otros en la región, permanecerá cerrado hasta nuevo aviso, mientras se monitorean las condiciones del huracán, que continúa su trayectoria hacia el noreste del estado.
Los residentes se preparan para posibles inundaciones y la pérdida temporal de servicios básicos, como electricidad y agua.