La tasa de fecundidad en Chile ha alcanzado niveles históricamente bajos. Entre 2013 y 2023, los nacimientos en el país disminuyeron un 29%, resultando en una tasa de 1,17 hijos por mujer, muy por debajo del 2,1 necesario para el recambio poblacional, según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Cambio en la visión sobre la maternidad
La decisión de Camila Ramírez, abogada chilena de 29 años, de no tener hijos refleja una tendencia creciente en Chile. “Ser madre no es mi proyecto de vida”, afirma Ramírez. Este cambio en las prioridades de las mujeres chilenas es acompañado por una mayor autonomía reproductiva y acceso a la educación y al trabajo.
El aumento del costo de la vida también ha influido en la decisión de muchas chilenas de postergar o descartar la maternidad. La kinesióloga Tamara Guzmán, de 41 años, señala que el costo de criar un hijo es un factor decisivo. La infertilidad ha aumentado y el embarazo adolescente ha disminuido drásticamente en las últimas dos décadas.
Esterilización y cambio de prioridades
El descenso en la natalidad también ha sido acompañado por un aumento en las esterilizaciones. Las vasectomías han crecido un 887% y la esterilización femenina un 54% en hospitales públicos desde 2013. La tendencia también refleja un cambio en la filosofía de vida de algunas personas, como Isidora Rugeronni, quien se ha esterilizado debido a su visión del mundo.
La disminución de la natalidad en Chile plantea desafíos económicos y sociales. La falta de renovación generacional puede afectar la economía y la estructura social del país. Mientras tanto, la tendencia hacia menos nacimientos sigue creciendo, impulsada por una combinación de factores económicos, sociales y personales.
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