Con esa arenga proselitista el presidente Andrés Manuel López Obrador dio su último Grito de Independencia; en 15 deja el cargo.
Ante un Zócalo abarrotado, -que a momentos recordaba uno de los cientos de mítines que encabezó a lo largo de 3 décadas- miles de asistentes lo esperaban hasta desde un día antes, para despedirlo en el evento, el mandatario saliente se asomó al balcón principal de Palacio Nacional rayadas las 23:00 horas de este 15 de septiembre y lanzó las arengas habituales, a los héroes de la Independencia: Miguel hidalgo y Costilla, Josefa Ortiz de Domínguez, Ignacio Allende, Leona Vicario, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero.
Y aprovechó para modificar la arenga a los héroes anónimos, primero mencionó a las heroínas, y pasó a gritar:
“Viva la libertad, viva, la igualdad, viva, la justicia, viva la democracia, viva, nuestra soberanía, viva, la fraternidad universal”.
Y llamar a los mexicanos a que “muera la corrupción, muera la avaricia, muera el racismo, muera la discriminación”.
Para luego, dejar el recuerdo de su andar e ideario político atado al Zócalo de la Ciudad de México:
“Viva el amor, vivan los trabajadores mexicanos que son de los mejores del mundo, vivan nuestros hermanos migrantes, vivan los pueblos indígenas, viva, la grandeza cultural de México, vivan todas y todos todos los mexicanos, ¡viva la cuarta transformación!”.
Para después gritar 3 vivas a México, lo que dio paso a la ceremonia de los adioses, mientras él decía adiós con ambas manos y enviaba abrazos al público, este respondía con “Es un honor estar con Obrador”, “No te vayas Presidente” o el sencillo pero lleno de significado para todos los que lo apoyan “presidente, presidente”.
El intercambio de adioses tuvo un interludio en la pirotecnia, juegos de luces, drones y mensajes proyectados tanto en Palacio (Gracias México) como los que están frente a la sede del Ejecutivo: “gracias Presidente”.
Mientras, en la plancha, un grupo de asistentes extendió una manta “Gracias Presidente” o un solitario que llevaba sobre sí una manta luminosa que decía “AMLO T AMO” y que sobresalía en el mar de banderas y rostros que no despegaban su mirada del balcón principal.
Agotada la pólvora, López Obrador comenzó a retirarse, poco a poco, paso a paso pero volvió cuando los gritos retomaron el “Presidente, presidente” a lo que él, señaló a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, presente en el balcón adyacente y que respondía con saludos y aplausos, y también señalamientos al Presidente saliente cuando se escuchó “sí se pudo, sí se pudo”, momento que aprovechó López Obrador para entrar y continuar con su transferencia del poder a Sheinbaum, quien se quedó unos segundos más asomada al balcón y, cuando se apagaron los de por sí sordos gritos de “presidenta, presidenta”, se retiró.