Durante la cumbre Ch’abajel: Construyendo sociedades más seguras y equitativas, Regina de la Portilla Guevara, oficial principal de Relaciones Externas de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en México, advirtió que Yucatán, debido a sus condiciones de seguridad y hospitalidad, tiene el potencial de convertirse en un destino para personas desplazadas que buscan reconstruir sus vidas.
De la Portilla subrayó la importancia de la participación activa de las comunidades receptoras en la integración de refugiados y personas desplazadas: “Las comunidades pueden prevenir la violencia organizándose y haciendo públicas sus necesidades. De esta forma, organizaciones como ACNUR pueden intervenir de manera productiva”, explicó.
Señaló que, para que este proceso funcione, es fundamental un diálogo constante entre las comunidades de acogida y los refugiados, así como una colaboración con el gobierno y la sociedad civil.
México ha recibido solicitudes de refugiados provenientes de 177 países diferentes, y la mayoría de ellos huyen de la violencia o de situaciones que ponen en riesgo sus vidas. De la Portilla dijo que las personas desplazadas llegan a nuevos barrios con la necesidad de integrarse rápidamente, lo que puede evitar conflictos si se gestionan adecuadamente las necesidades de ambas partes.
“Si las comunidades receptoras no identifican sus necesidades y nosotros no hacemos las preguntas correctas, es muy difícil que la integración sea efectiva”, reconoció.
A pesar de que Yucatán no es actualmente un estado con alta presencia de refugiados, De la Portilla cree que esto podría cambiar en el futuro:
“Yucatán, por ser un estado seguro y con una población solidaria, tiene el potencial de convertirse en un destino para personas que han sido forzadas a abandonar sus países. Si el estado identificara la necesidad de cubrir empleos o integrar a personas refugiadas, estaríamos encantados de colaborar para que eso suceda”, expresó.
En cuanto a la preparación de la sociedad para recibir a estas personas, De la Portilla recalcó la importancia de entender el trauma con el que llegan los refugiados.
“Estas personas no eligen salir de sus países, lo hacen porque no tienen otra opción. Lo que podemos planear, como sociedad de acogida, es que haya lugares donde puedan llegar, que los niños puedan ir a la escuela y que puedan acceder a los servicios de salud, aunque no tengan los mismos documentos que los nuestros”, afirmó.
Finalmente, la representante de ACNUR ofreció el apoyo de la agencia para brindar información, asesoría y capacitaciones a las comunidades y autoridades en Yucatán que deseen prepararse para acoger a personas refugiadas: “Prepararse como sociedad de acogida es valioso, y ACNUR está aquí para ayudar en ese proceso”, concluyó.