A comienzos del año, la compañía Microsoft despidió a alrededor de 1,900 empleados de Xbox, incluidos trabajadores de Activision Blizzard, Bethesda y otros estudios importantes de videojuegos.
Esto ocurrió porque, en mayo, Microsoft completó la adquisición de Bethesda por la suma de $7.5 mil millones.
Ahora, a mitad de 2024, la empresa enfrenta una nueva ola de despidos. La mañana del 12 de septiembre, se despidió a otros 650 empleados, sumando un total de 2,550 personas sin empleo.
Esta situación es el resultado de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft, una transacción que alcanzó los $68.7 mil millones.
De acuerdo con fuentes oficiales, Phil Spencer, jefe de Microsoft Gaming, anunció los despidos en un memorándum interno y confirmó que estos recortes afectan principalmente a funciones corporativas y de apoyo, asegurando que no habrá cancelación de juegos ni cierres de estudios.
Según el comunicado, los trabajadores recibirán indemnización por sus servicios en la empresa, atención médica extendida y asistencia externa para facilitar su transición.
La comunidad de jugadores y la industria en general siguen de cerca estos acontecimientos, preocupados por el impacto en el desarrollo de futuros títulos y la estabilidad del ecosistema de Xbox.
A medida que Microsoft ajusta su estructura y se adapta a los cambios en el mercado, se espera que la compañía proporcione actualizaciones adicionales sobre cómo estos despidos influirán en sus planes estratégicos a largo plazo.