La discusión por la reforma al Poder Judicial ha pasado al Senado de la República y trabajadores inconformes han regresado a las calles. En esta ocasión, se plantaron frente a las puertas de los Juzgados Familiares del estado. Adelantaron que este miércoles intensificarán sus movilizaciones, ya que es el día en que se discutirá este asunto en la Cámara Baja o, en su defecto, en alguna sede alterna.
Con pancartas y consignas, los manifestantes expresaron su preocupación por el impacto que esta reforma podría tener en su estabilidad laboral y en la independencia del Poder Judicial. Entre los principales puntos de discordia se encuentra la elección de jueces y magistrados a través del voto popular, en vez de la carrera judicial que estos trabajadores defienden.
Uno de los inconformes, Marco Briceño, oficial judicial del Poder Judicial de la Federación (PJF), indicó que, si bien la reforma a este órgano del estado no ha pasado en su totalidad, ya que este proceso está en manos de los senadores, se calcula que llegue al pleno de esta cámara el miércoles de esta semana, por lo que se están intensificando las movilizaciones.
“Venimos a los Juzgados de lo Civil y Familiar del estado para invitar a los compañeros a que se unan a nuestro movimiento, ya que esta reforma eventualmente les impactará”, explicó.
El oficial judicial señaló que le han dado seguimiento al asunto y, conforme a la postura del bloque opositor y con base en reuniones con algunos de ellos, confían en la firmeza de su postura para que la reforma no se apruebe.
Añadió que algunos de estos legisladores han comentado a los representantes de los trabajadores del PJF que han recibido amenazas del crimen organizado y presiones económicas del partido oficialista.
“Ellos se mantienen firmes, pero basta con uno que no llegue a la discusión o que no cumpla su palabra de votar en contra para que la iniciativa pase”, advirtió.
Aseguró que los trabajadores del PJF confían en que los senadores de la entidad defenderán la autonomía de este Poder del Estado, ya que han mostrado esa postura en público y en privado.
Adelantó que las movilizaciones continuarán e incluso se intensificarán en los próximos días, cuando se espera que se discuta en el pleno de la Cámara Baja. Externó que, además de la base trabajadora inconforme por esta reforma, se han sumado estudiantes de derecho, la Barra Mexicana de Abogados y otras comunidades de profesionistas.
Expuso que, de aprobarse esta reforma, el único camino sería acudir a instancias internacionales, aunque confían en que no sea necesario llegar a ese punto.
“El día clave será el miércoles, cuando pretendemos realizar movilizaciones intensas en puntos clave; sin embargo, estamos terminando de aterrizar los detalles”, concluyó.
El futuro de la reforma judicial es incierto. La oposición de los trabajadores del Poder Judicial, sumada a las críticas de diversos sectores de la sociedad, podría obligar al gobierno a reconsiderar algunos de los puntos más controvertidos de la propuesta. Sin embargo, también es posible que el gobierno insista en llevar adelante la reforma tal y como está planteada, lo que podría generar un mayor conflicto entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.