El potencial ciclón tropical 6, con alta probabilidad de convertirse en la tormenta tropical Francine, mantiene en alerta a diversas regiones del Golfo de México y la Península de Yucatán, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) y Meteored México.

La tormenta, ubicada en la Bahía de Campeche, presenta vientos sostenidos de 80 km/h y se desplaza lentamente hacia el noroeste, con una trayectoria que podría impactar en la costa norte de México y sur de Texas.

Se prevé que la tormenta afecte indirectamente a la Península de Yucatán, con lluvias moderadas y chubascos en municipios como Izamal, Tizimín y Valladolid, según la Coordinación Estatal de Protección Civil.

El fenómeno se produce en una temporada de huracanes del Atlántico inusualmente activa, con cinco tormentas nombradas y tres convertidas en huracanes hasta la fecha. 

Con dos meses restantes en la temporada, Francine podría convertirse en un huracán antes de tocar tierra en Estados Unidos.

Las temperaturas cálidas en la superficie del Golfo de México y la llegada de ondas tropicales desde África han propiciado un ambiente favorable para el desarrollo de ciclones, aumentando las probabilidades de que se fortalezcan.

Las autoridades meteorológicas han emitido alertas preventivas para la región noreste de México, particularmente en los estados de Tamaulipas y Veracruz, donde se esperan vientos fuertes, lluvias torrenciales y oleaje elevado. 

Las comunidades costeras del Golfo de México han comenzado a implementar medidas preventivas, con especial atención a la zona de Cabo Rojo, Veracruz, y las áreas cercanas a la desembocadura del Río Bravo. 

El Servicio Meteorológico Nacional y Conagua han señalado que la tormenta podría intensificarse rápidamente, por lo que han pedido a la población mantenerse informada sobre los avisos meteorológicos y seguir las recomendaciones de Protección Civil.

En el plano económico, los efectos de una tormenta de esta magnitud podrían impactar a sectores clave como la pesca y el turismo, especialmente en las zonas costeras de Tamaulipas, Veracruz y Yucatán. 

Las operaciones pesqueras en la Bahía de Campeche ya están bajo vigilancia, mientras que las autoridades portuarias han recomendado la suspensión temporal de la navegación en áreas afectadas por fuertes rachas de viento y oleaje elevado.

La coordinación entre las distintas agencias meteorológicas y de protección civil sigue siendo clave para la mitigación de los efectos de la tormenta. 

Los pronósticos indican que Francine podría fortalecer sus vientos hasta alcanzar velocidades cercanas a los 120 km/h en los próximos días, lo que elevaría el riesgo para las zonas costeras. 

Mientras tanto, los equipos de emergencia están en alerta para responder a posibles inundaciones, deslizamientos de tierra y otros fenómenos asociados a la llegada de fuertes lluvias.

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