El boletín epidemiológico del gobierno federal reveló que, hasta la fecha, Yucatán ha documentado 2,613 casos de depresión en el año, con una alarmante disparidad de género: 671 casos en hombres y 1,942 en mujeres.
Además, Yucatán se ha posicionado como el segundo estado con la tasa más alta de suicidios en el país, registrando 343 casos en 2023, revelaron los resultados preliminares de las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) correspondientes a 2023, del El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Estas cifras subrayan una creciente preocupación por la salud mental en la entidad. En el contexto del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, es crucial abordar algunos mitos comunes sobre este problema de salud mental para mejorar la comprensión y prevención.
Mitos y Realidades sobre el Suicidio
El suicidio, un fenómeno complejo, está rodeado de mitos que pueden aumentar la vulnerabilidad y limitar el acceso a una atención adecuada. A continuación, desmentimos algunos de los mitos más comunes, de acuerdo con información del Programa Nacional para la Prevención del Suicidio PRONAPS.
Mito: Hablar del suicidio es peligroso y puede incitarlo.
Realidad: Hablar abiertamente sobre el suicidio no fomenta el comportamiento suicida, sino que puede ser crucial para la prevención. Discutir sobre estos temas puede ofrecer a las personas en riesgo una oportunidad para expresar sus sentimientos y buscar ayuda.
Mito: El riesgo de suicidio es hereditario y no se puede prevenir.
Realidad: Aunque los antecedentes familiares pueden influir en el riesgo de desarrollar trastornos mentales, el comportamiento suicida tiene múltiples causas. La prevención es posible y efectiva con estrategias adecuadas.
Mito: Solo las personas con trastornos mentales intentan suicidarse. Realidad: Aunque los trastornos mentales son un factor de riesgo, el suicidio puede ser causado por una combinación de factores, como el sufrimiento emocional intenso y la desesperanza.
Mito: Las personas que intentan suicidarse solo buscan llamar la atención. Realidad: Los comportamientos suicidas indican un profundo malestar emocional. Minimizar estos comportamientos puede incrementar el riesgo y retardar la búsqueda de ayuda.
Por su parte, María Luisa Márquez Beltrán, integrante de la Asociación Yucateca de Suicidología, destacó la importancia de reformular la manera en que entendemos y abordamos el suicidio.
Márquez Beltrán enfatizó que las personas con riesgos suicidas no desean morir, sino terminar con el intenso sufrimiento que enfrentan. Subrayó la necesidad de eliminar el estigma asociado y entender que el suicidio es un fenómeno multifactorial, y no simplemente un acto de llamar la atención.
“Es vital que entendamos que aquellos que atraviesan por estos momentos difíciles no están simplemente desmotivados, sino que están lidiando con un profundo dolor emocional”, afirmó la psicóloga clínica.
La especialista resaltó que, para ayudar efectivamente a quienes están en riesgo, es fundamental fomentar la empatía y la comprensión. La sociedad debe aprender más sobre salud mental y actuar con sensibilidad, reconociendo que el cuidado y apoyo son cruciales. Aunque ha habido avances en la concienciación, aún queda mucho por hacer. Márquez Beltrán también destacó el papel esencial de las asociaciones civiles y expertos en mantener informada a la sociedad y ofrecer apoyo a quienes lo necesitan.
Responsabilidad de los Medios de Comunicación
Los medios de comunicación tienen un papel crucial en la sensibilización sobre el suicidio. Deben evitar detalles explícitos sobre métodos y enfocarse en ofrecer recursos de apoyo y estrategias de prevención. La forma en que se aborda el tema puede influir significativamente en la percepción pública y la efectividad de la prevención.
Abraham Bote Tun