Aunque las mujeres indígenas de Yucatán son el corazón cultural y social de sus comunidades y que representan más de la mitad de la población originaria del estado, siguen enfrentando barreras que limitan su desarrollo y derechos, de acuerdo con la organización  Mujeres Violeta.

De acuerdo con el Inegi, el 42 por ciento de la población en Yucatán es indígena, y de ese porcentaje, el 51.8 por ciento son mujeres. 

Irene Mis Caamal, dirigente de Mujeres Violeta y activista en pro de los derechos de las mujeres indígenas, consideró que dar visibilidad cada 5 de septiembre, Día de la Mujer Indígena, es honrar a todas aquellas mujeres originarias que, con valentía, han desempeñado y seguirán cumpliendo un papel crucial en la conservación de la lengua maya. 

“El reconocimiento de su valor no es suficiente; es necesario garantizarles un acceso pleno a derechos básicos que aún se les niega”, sentenció.

Recordó que estas mujeres son quienes históricamente educan a las nuevas y futuras generaciones y fortalecen a sus comunidades.

Indicó que las mujeres indígenas de Yucatán han desempeñado un papel clave en la preservación de la lengua maya y las tradiciones culturales a lo largo de los siglos. 

Sin embargo, a pesar de su rol crucial, históricamente han enfrentado marginación y falta de acceso a recursos básicos, desde la época colonial hasta la actualidad. 

Según estudios recientes de Mujeres Violeta, las mujeres indígenas tienen un menor acceso a la educación formal y a oportunidades laborales, lo que perpetúa las desigualdades socioeconómicas.

Mis Caamal señaló que, si bien ha habido avances en cuanto al reconocimiento de los derechos de las mujeres indígenas en la región, aún existen varios desafíos para evitar la discriminación, la falta de acceso a la educación, la salud, la impartición de justicia y para garantizar una vida libre de violencia de género. 

Un estudio del Inegi de 2022 reveló que solo el 30% de las mujeres indígenas en Yucatán tienen acceso a servicios de salud adecuados, mientras que el 45% carece de educación secundaria. 

Estas cifras reflejan la necesidad de políticas públicas que aborden estas carencias.

Explicó que, en este contexto, organizaciones como “Mujeres Violeta” han redoblado esfuerzos con la finalidad de empoderar a las mujeres indígenas por medio de distintas herramientas, como talleres de liderazgo, educación en derechos humanos y proyectos de emprendimiento. 

Estas estrategias, según dijo, buscan crear un espacio donde las mujeres indígenas puedan fortalecer su voz y participar activamente en la toma de decisiones dentro y fuera de sus comunidades.

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