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El sol apenas despuntaba en el horizonte cuando las calles de Mérida comenzaron a llenarse de vida. Eran las 6:30 de la mañana y ya se veían los primeros uniformes escolares transitando por las aceras y usando los diferentes pasos peatonales.
En la primaria “Bernabé Argáez Milanés”, ubicada en la colonia Chuburná de Hidalgo, al norte de la capital yucateca, no paraban de llegar niños y niñas en compañía de sus padres y madres, quienes iniciaban un nuevo ciclo escolar.
Tal vez lo que las familias y personas trabajadoras no extrañaban era el tráfico vehicular que se formó minutos antes de las 7:00 de la mañana, la hora de entrada del alumnado de la Bernabé, como los vecinos conocen a esta escuela localizada a un lado del mercado de Chuburná.
Entre nervios y emoción: Familias acompañan a sus hijos en su primer día de clases
Omar llegó de la mano de su padre. Ambos bajaron de una motocicleta; es su primer día en la primaria. El menor dijo brevemente que estaba un poco nervioso, pero listo para iniciar su educación. Su padre, que también es su tocayo, lo dejó en la entrada y se despidió con nostalgia, sabiendo que tendría que regresar en punto de las 11:45 para recogerlo, ya que esa es la hora de salida para los más pequeños del plantel.
Cristopher, de 8 años, entró a tercer grado, acompañado por sus padres, Óscar y Yuri. Ellos viven a unos cinco minutos de la escuela y aseguraron que no tuvieron problema para despertarse temprano, a pesar de la dinámica relajada de las vacaciones. Además, tienen otra hija que cursa su segundo año de secundaria.
En la puerta de entrada, dos maestras, una del lado izquierdo y otra del derecho, con dispensadores de gel sanitizante, daban la bienvenida a niños y niñas. La prioridad era para los de nuevo ingreso, pidiendo a los padres y madres que despejaran el área para permitir el acceso. Los menores, cargando mochilas que parecían más grandes que ellos, pasaban con ilusión.
La despedida
Los padres se despedían con una mezcla de alivio y nostalgia. Angélica, madre de Omar, quien cursa segundo año, esperaba con paciencia hasta que su hijo tomó su lugar junto a sus compañeros. Ellos viven a dos cuadras de la escuela y llegaron puntualmente a la cita de este primer día de clases.
Poco a poco, la nueva comunidad escolar fue entrando. Los niños fueron ubicados en grupos de acuerdo a su grado escolar, cerca de las canchas donde tendrían sus clases de educación física y los honores a la bandera. Antes del mensaje de bienvenida de la directora, Catalina Cortés Pech, un grupo de niños de cuarto grado se saludaba, regresando de las vacaciones, y comparaban sus nuevos útiles escolares.
Catalina Cortés Pech, directora del turno matutino, dio la bienvenida a su nuevo alumnado, quienes ya se encontraban en sus grupos. Los más expectantes eran los de primer ingreso, mientras que los demás ya conocían el camino y al personal docente. Para este ciclo escolar 2024-2025, la plantilla docente de la escuela consta de 13 profesores y profesoras.
Además, el equipo incluye intendentes y personal de USAER, quienes acompañarán a los niños en este proceso de enseñanza-aprendizaje. La directora explicó que estas primeras dos semanas serán de acomodo, ya que, aunque la plantilla escolar es de 270 alumnos, podría haber modificaciones. Aun así, están listos para dar lo mejor de sí en este nuevo ciclo escolar.
Este inicio de curso llenó de colorido las calles de Mérida con los uniformes escolares, mientras las familias acompañaban a sus hijos en este importante momento. La emoción se palpaba en el ambiente, pues el regreso a clases representa el inicio de nuevas aventuras y aprendizajes.