FOTOS: AFP

Mientras el sol se oculta entre las nubes, Jhon Jairo Alonso y su familia se relajan en pijama sobre una cama al aire libre en Itagüí, un municipio en el noroeste de Colombia. Este domingo, miles de colombianos se suman al “Día Mundial de la Pereza”, un evento que se ha convertido en una celebración única del descanso y la relajación.

Desde 1985, Itagüí se ha transformado cada año en un paraíso para quienes buscan combatir el estrés de la vida cotidiana. Carlos Mario Montoya, el creador de esta festividad, quiso resaltar la importancia del tiempo libre y ocioso. “El Día Mundial de la Pereza” ha crecido en popularidad y ahora atrae a cada vez más participantes, quienes encuentran en esta celebración una forma de reivindicar su derecho al descanso.

El ambiente festivo se refleja en las decenas de carpas y hamacas instaladas en las calles, donde los asistentes en pijamas y zapatos de felpa disfrutan del día. La edición de este año incluyó eventos como una carrera de camas rodantes, donde los participantes compiten moviendo camas mientras descansan en ellas. Además, se otorgaron premios a la mejor pijama y se realizaron espectáculos con malabaristas que usan almohadas.

Jhon Jairo Alonso, técnico ambiental de 32 años, comparte su cama con su esposa, madre y un amigo. “¡Que no nos interrumpan, que vamos a hacer pereza todo el día en nuestra cama!” exclama con humor. La cama especialmente construida para la ocasión, llamada “La Perezosa”, invita a los visitantes a sumarse a la celebración y descansar.

La necesidad de descansar es respaldada por estudios globales. Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del año pasado señaló el estrés como un problema global que afecta a trabajadores en todos los niveles y países. En Colombia, una encuesta del Ministerio de Protección Social en 2007 reveló que un significativo porcentaje de trabajadores reporta altos niveles de estrés.

El “Día Mundial de la Pereza” no solo ofrece una pausa en el ajetreo diario, sino que también se ha convertido en una afirmación cultural. Julián Muñoz, conocido como “Onírico Siempresueño”, encarna al mandatario del ocio en la festividad. “La vida hay que tomarla con calma, los sueños se alcanzan trabajando pero sin cegarse con el trabajo”, reflexiona Muñoz.

A pesar del espíritu festivo, el creador del evento, Carlos Mario Montoya, sigue ocupado organizando las actividades. “¡Por el derecho a la pereza, todos a trabajar!” afirma con una sonrisa, sabiendo que solo podrá descansar después de que la festividad haya concluido.

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