En el municipio de Telchac Puerto se erigió una impresionante estatua del Dios Chaac, deidad maya de la lluvia, que se erige majestuosamente en el malecón de la localidad, a 43 kilómetros de donde se ubica la efigie de Poseidón, deidad que según los griegos comanda el Olimpo.

Con una altura de 6 metros, esta escultura de una deidad precolombina busca honrar la herencia cultural maya y atraer el turismo, al ser un símbolo de la profunda conexión de la región con sus raíces ancestrales. Durante la ceremonia de inauguración las autoridades locales destacaron la importancia de preservar y promover la riqueza cultural de Yucatán. Acudimos al puerto para revisar la afluencia de visitantes y recopilar testimonios.

En un duelo de titanes que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, dos dioses poderosos se enfrentan en tierras yucatecas. La reciente inauguración de la estatua del dios maya de la lluvia, Chaac, en Telchac Puerto, ha avivado una rivalidad tácita con la imponente figura de Poseidón, el dios griego del mar, que ya se erige dentro de la playa de Progreso.

La colocación de la estatua de Poseidón, a finales de mayo generó un debate sobre la identidad y las raíces culturales de la región. Muchos habitantes de Progreso expresaron su descontento, argumentando que la figura griega era ajena a sus tradiciones y creencias.

Para Erick Kuk quien es vecino de Telchac Puerto Chaac es la estatua que al menos los yucatecos deben de visitar bajo el argumento que Poseidón es un dios extranjero que poco tiene que ver con los mexicanos o los habitantes de la región.

“Vine de paseo con la familia, antes que terminen las vacaciones estamos aprovechando para visitar a Chaac”, comentó.

Una vez que Progreso colocó a Poseidón, la respuesta no se hizo esperar por parte de Telchac Puerto, en un acto de reafirmación de su identidad maya, decidió erigir una estatua a Chaac, en el muelle de la localidad. Esta es una deidad fundamental en su cosmovisión.

Esta peculiar rivalidad ha trascendido el ámbito local y ha capturado la atención de medios nacionales e internacionales. La controversia ha generado un intenso debate en redes sociales, donde usuarios se dividen entre quienes defienden la importancia de preservar las raíces culturales y quienes consideran que la coexistencia de diferentes tradiciones es posible.

Para un visitante italiano que se identificó cómo Fausto opinó que la instalación de ambas estatuas es una idea sensacional que si bien celebró la decisión de Telchac Puerto apostarle a Chaac, pero que también Poseidón tiene su encanto Poseidón y no ve algún problema de que los dos convivan.

“Hace 25 años que vivo en México, mi esposa es mexicana, tengo un hijo italomexicano y hemos sabido mezclar nuestras culturas. Podemos incluso hacer una hermandad entre Chaac, Poseidón y Neptuno que podría estar en mi país para convivir”, comentó.

Para Isaac Villalvazo quien es de Chiapas y por primera vez visitó con su pareja las playas de Telchac Puerto es una gran idea poner la estatua de una deidad maya en un lugar tal a la mano y turística con el fin de que más personas, no solo de México, sino de todo el mundo conozcan nuestra cultura.

Más allá de la rivalidad simbólica entre estas dos deidades, el caso de las estatuas de Poseidón y Chaac refleja un debate más profundo sobre la identidad cultural, la apropiación cultural y la importancia de preservar las tradiciones ancestrales.En un mundo cada vez más globalizado, la pregunta que surge es: ¿cómo podemos conciliar la diversidad cultural con la necesidad de preservar nuestras raíces?

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