A las afueras del Gran Museo del Mundo Maya (GMMM) la familia Ortega Grimaldo contempla la placa del sitio mientras se coordina para decidir cuál es la sala que visitarán primero. Este grupo de cuatro se suma a las 800 personas que visitan el museo cada fin de semana de temporada vacacional, hecho que su directora, Nelly Alonzo Lope, ve con buenos ojos.
“¡Quiero ver cómo vivían los mayas!”, exclama el niño Esteban Ortega, el más pequeño del conjunto al tiempo que su hermana Lupita ya se dirige hacia “Chan Paal”, muestra en torno al cuidado físico y espiritual de los infantes en Yucatán, desde la gestación y los primeros días de vida, hasta el paso a la pubertad.
Nelly Alonzo celebró la buena afluencia que estos días conllevan al recinto en el que, además de las exposiciones, se organizan talleres de verano destinadas a las infancias y sus familias. Se dijo complacida por el arribo del turismo local, pero también de los residentes yucatecos que ven en el museo una opción más para pasar sus vacaciones.
Y es que durante este período la tendencia de visitas suele incrementarse notablemente. Entre semana, por ejemplo, reciben de 550 a 600 visitantes; y fines de semana han llegado a 800 y 900 visitantes diarios. Cuando no es temporada, precisó, la cifra oscila entre 400 y 500, especialmente de grupos escolares.
Próximos a entrar a una de las salas se encuentran Sean y Olivia, dos turistas procedentes de Iowa (Estados Unidos) quienes comparten la curiosidad que sienten por la cultura maya. Para ellos, el Museo es una excelente parada antes de conocer la zona arqueológica de Chichén Itzá, uno de los objetivos de su viaje.
“En esta época vacacional de verano, el turismo nacional es el que tenemos más presente. En temporadas vacacionales hacia invierno, por ejemplo, diciembre, enero y febrero, nos visita mucho turismo extranjero”, aclaró la directora del GMMM.
No obstante, subrayó, los primeros visitantes del Museo esta temporada fueron extranjeros procedentes de España y Francia; y pese a la celebración de los Juegos Olímpicos, ellos prefirieron pasar estas épocas en Yucatán.
“Vienen atraídos por la cultura maya. La exposición prehispánica permanente que tenemos es la que buscan los extranjeros, pues entran a internet a buscar cuáles son los museos en donde se muestran este tipo de colecciones”, detalló Alonzo Lope.
En ese sentido, aseguró que el GMMM es el referente en esta materia; y además se llevan una grata sorpresa al encontrar la parte contemporánea de la cultura maya: “Los mayas de hoy, los mayas vivos; y que se escuche nuestra lengua vigente”.
Actualmente en su sala permanente el Museo expone más de mil 100 piezas que contemplan desde la época colonial a la contemporánea de la cultura maya: Hay textiles, diferentes artefactos de uso común; y la colección prehispánica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
También cuenta con una muestra dedicada al arte popular en su sala número 2, un sitio que emocionó a Jimena y Óscar Ramírez, quienes pensaron que solo llegarían a ver vestigios arqueológicos: “Nos parece maravilloso que además podamos disfrutar un poco de otro tipo de expresiones, es un Museo muy completo”, comentaron.
“Consiste en toda una gama de arte popular, de trabajos de maestros de esta disciplina, mexicanos en su mayoría. Es un paseo por el colorido, el detalle y las piezas mágicas que hacen las manos de los artesanos mexicanos”, añadió la directora Nelly Alonzo sobre esta muestra que se procuró inaugurar antes de que culmine el período vacacional.
El GMMM puede visitarse de miércoles a lunes en un horario de 9 a 17 horas. La admisión general es de 150 pesos, mientras los adultos nacionales pagan 100 pesos. En el caso de los residentes, el costo es de 50 pesos; y en el de los niños, adultos mayores, estudiantes, maestros y personas discapacitadas, de 25 pesos.