La consagración de Kamala Harris como candidata del Partido Demócrata el jueves en Chicago será el corolario de un mes único en la historia política estadounidense, que repartió de nuevos las barajas de la campaña presidencial.
El 21 de julio de 2024, a las 13H46 de Washington, en una carta publicada en la red social X, Joe Biden anunció que se retiraba de la carrera por la Casa Blanca.
El presidente cedía así a la presión de sus pares que consideraban que su candidatura a un segundo mandato era demasiado riesgosa para el partido en el gobierno, tras un calamitoso debate ante su rival republicano, Donald Trump, que arrojó dudas sobre su estado de salud.
La noticia se convirtió en una bomba que eclipsó el hecho del momento: la tentativa de asesinato contra Donald Trump apenas una semana antes.
Los demócratas volvían a dominar la escena pública.
A las 14H13, un nuevo mensaje de Joe Biden, de 81 años, anuncia su apoyo a Kamala Harris, su vicepresidenta de 59, para ser la nueva postulante.
Al ruedo
Desde Washington, Kamala Harris saludó inmediatamente “el acto desinteresado y patriótico” del presidente y se comprometió a pelear para derrotar a Trump el 5 de noviembre.
Su candidatura estaba en marcha.
En pocas horas, la exlegisladora por California amalgama el respaldo de casi todo el Partido Demócrata, zanjando las dudas de observadores políticos.
Cuando peleamos ganamos
¿Cómo hacer una campaña de tres meses ante un Donald Trump en ascenso?
Primero, conservó el mismo equipo que Joe Biden, los mismos locales partidarios y prácticamente el mismo logo de campaña.
Pero el mensaje cambió por completo.
Ante el expresidente republicano condenado por la justicia a fines de mayo, Harris sacó a relucir su experiencia como fiscal, y también su edad, un asunto clave para la salida de Biden de la competencia frente a un rival apenas 3 años más joven.
Los demócratas recogieron 100 millones de dólares en donativos de campaña en 48 horas.
Miles de voluntarios se inscribieron para ayudar en la campaña demócrata.
El entusiasmo se trasladó a los sondeos y en los primeros actos proselitistas de Harris. Rodeada de raperos en Atlanta, en una sala de eventos llena, pronunció la frase “When we fight, we win!” (“¡Cuando peleamos, ganamos!”), convertida en nuevo eslogan de campaña.
La elección del vice
Apoyada por su partido y sus bases, Kamala Harris debía presentar un compañero de fórmula.
Un proceso que normalmente dura meses se hizo en pocos días.
El 6 de agosto anunció que el elegido sería un exprofesor de geografía convertido en gobernador de Minnesota, Tim Walz, de 60 años.
El dúo recorrió cinco estados en cinco días.
Después del jueves, cuando aceptará la nominación demócrata, tendrá dos meses para convencer a los estadounidenses de la solidez de su candidatura. Y competir con un candidato dispuesto a la batalla.
Agence France-Presse