En un día cualquiera de verano, Mérida se despierta con su característico calor, y el Paseo Verde se convierte en un oasis para sus habitantes. Este parque lineal, que atraviesa varios kilómetros de la ciudad, es un reflejo del esfuerzo por integrar áreas verdes y espacios recreativos en el entorno urbano, ofreciendo un respiro, así como un pulmón verde en medio del ajetreo cotidiano.
El Paseo Verde es mucho más que un simple parque; es un espacio diseñado para la convivencia, el esparcimiento y la conexión con la naturaleza. Con sus amplias áreas verdes, senderos para caminar y ciclovías, este lugar ofrece a los meridanos un escape del bullicio de la ciudad. Además, cuenta con áreas de juegos infantiles, canchas deportivas y zonas para realizar actividades al aire libre.
“El Paseo Verde es mi lugar favorito para pasear a mi perro y disfrutar de un poco de tranquilidad. Es como tener un pedacito de naturaleza en la ciudad”, comentó Víctor Carrillo, quien es vecino de la colonia Juan Pablo II.
La creación del Paseo Verde fue el resultado de un esfuerzo conjunto entre el gobierno estatal, apoyado por el gobierno municipal, así como por la sociedad civil organizada. La ciudadanía en general, y los vecinos de las colonias aledañas, participaron activamente en el diseño y la construcción del parque, aportando ideas y sugerencias para crear un espacio que respondiera a sus necesidades.
“El Paseo Verde es un proyecto que nos llena de orgullo. Es un espacio que nos pertenece a todos y que debemos cuidar”, indicó Silvia Villanueva, quien es vecina del fraccionamiento Francisco de Montejo.
El ambiente del Paseo Verde es vibrante y acogedor. A lo largo de la visita, se observa una gran diversidad de personas, desde ciclistas enfocados en su hobby, hasta familias completas que disfrutan de un día al aire libre. La interacción entre los visitantes es constante, ya sea para ceder el paso en las ciclovías o compartir una sonrisa mientras los niños juegan.
“Este es un lugar adecuado para las personas que apenas están aprendiendo a andar en patines; es una vía segura, lejos de los automóviles, aunque se debe usar equipo de protección por si ocurre alguna caída”, expresó Martín Hau, quien también es vecino de Francisco de Montejo.
Este espacio, que se ha convertido en un punto de referencia en Mérida, es frecuentado por personas de todas las edades y estilos de vida. Su diseño inclusivo y su enfoque en la comunidad permiten que todos los que lo visitan encuentren un rincón para disfrutar.
Llegar al Paseo Verde es sencillo. El parque cuenta con varios accesos principales distribuidos a lo largo de su extensión, siendo uno de los más conocidos el que se encuentra en el cruce de la Avenida Jacinto Canek con la Calle 200. El transporte público es una opción viable, con rutas de autobuses que conectan los puntos más importantes de la ciudad con el parque. Para quienes prefieren llegar en bicicleta, el Paseo Verde ofrece estacionamientos y acceso directo a las ciclovías.
El Paseo Verde no solo es un espacio recreativo; es un símbolo de la convivencia urbana, así como una oportunidad de conectar con la naturaleza en un entorno urbano, ofreciendo a los meridanos y a quienes han hecho de la capital del estado su hogar, un respiro en medio del bullicio de la ciudad y un lugar para disfrutar de la vida al aire libre.