De acuerdo con el Boletín de Vigilancia Epidemiológica del gobierno federal, en su más reciente reporte correspondiente al 3 de agosto, en la entidad se han contabilizado 175 casos de los diferentes estadios de dengue.
Esto representa una importante disminución de incidencias en comparación con estas mismas fechas del año pasado, cuando se llegaron a contabilizar mil 392 personas atendidas en hospitales públicos por esta enfermedad.
Cabe mencionar que, a nivel peninsular, también Quintana Roo registra una disminución de los casos de dengue al contabilizar, hasta los primeros días de agosto, 850 personas afectadas. En el mismo período del año pasado fueron 1,806 personas atendidas por este mal.
En cuanto a los estados de la República con mayores incidencias de dengue, se encuentran: Guerrero, que en esta semana epidemiológica 31 ha reportado 4 mil 403 casos; Tabasco con 2 mil 866; Morelos con 2 mil 481; Michoacán con 2 mil 442; y Oaxaca con 2 mil 291 incidencias.
Del otro lado del espectro, las entidades federativas que no han reportado ninguna incidencia de los diferentes estadios de dengue hasta el momento son: Baja California, Chihuahua, Ciudad de México y Tlaxcala.
Es importante recordar que los tres estadios de dengue que considera el gobierno federal en su boletín —dengue no grave, dengue con signos de alarma y dengue grave—, así como el chikungunya y el zika, son transmitidos por el mosquito Aedes aegypti.
Por tal motivo, tanto el gobierno del estado como los diferentes ayuntamientos han intensificado sus esfuerzos para combatir al insecto vector. Se han programado una serie de estrategias que van desde la descacharrización hasta la abatización e inclusive fumigaciones en distintos puntos.
Al inicio de la semana comprendida entre el 5 y el 9 del presente mes, se anunció que se reforzarían las acciones de fumigación tanto en Mérida como en el interior del estado, como una medida para evitar los padecimientos transmitidos por el mosquito, según lo señalado por la Secretaría de Salud en la entidad.
Si bien es cierto que las autoridades tienen un papel importante en la prevención de esta enfermedad transmitida por el mosquito Aedes aegypti, la ciudadanía también tiene su corresponsabilidad en este tema de salud pública.
Desde la trinchera ciudadana, es necesario realizar acciones que pueden contribuir a que el estado tenga cada vez menos casos de dengue, zika o chikungunya. Algunas de estas acciones incluyen: revisar y limpiar regularmente los recipientes que acumulen agua, como llantas, macetas y bebederos de animales, es decir, eliminar criaderos; utilizar ropa de manga larga y pantalones largos para protegerse de las picaduras; o, si está dentro de las posibilidades, colocar mosquiteros en puertas y ventanas para evitar la entrada de mosquitos al hogar.
Es necesario recordar que existen cuatro serotipos de dengue (DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4), y la infección por uno de ellos no confiere inmunidad permanente contra los otros. La gravedad de la enfermedad puede variar desde formas leves hasta formas graves que pueden poner en riesgo la vida.
Los primeros síntomas del dengue suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito infectado y pueden incluir: fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares o articulares, náuseas, erupción cutánea, entre otros. Por lo tanto, si se sospecha la aparición de estos y otros signos, es necesario acudir al médico, así como evitar la automedicación.