En el altiplano de Colombia, una innovadora iniciativa medioambiental está combinando escarabajos, criptomonedas y manejo de residuos en un esfuerzo por combatir la creciente contaminación.
Germán Viasus, un ingeniero ambiental, ha desarrollado un método único para el tratamiento de desechos en el departamento de Boyacá, con la esperanza de que sirva como modelo para otras regiones.
Viasus ha implementado un sistema en el que las larvas de escarabajo se alimentan de desechos orgánicos.
Estas larvas, que pueden llegar a medir hasta 17 centímetros, se nutren de toneladas de cáscaras de huevo, frutas y verduras en descomposición.
Tras cuatro meses de alimentarse de estos residuos, las heces de los escarabajos se utilizan como abono natural para los agricultores locales, promoviendo un método de fertilización sin químicos.
En Colombia, se generan diariamente alrededor de 32,000 toneladas de desechos, de los cuales la mitad son orgánicos. A nivel global, la cifra asciende a 11,200 millones de toneladas anuales, según la ONU.
Viasus espera que su innovador enfoque ayude a reducir la presión sobre los sistemas de gestión de residuos y mejore la sostenibilidad medioambiental.
Sin embargo, el proyecto de Viasus no solo se centra en el manejo de residuos. También ha creado una criptomoneda, Kmushicoin, para facilitar el comercio de escarabajos con compradores en países como Japón, Alemania y Estados Unidos.
Esta criptomoneda, cuyo nombre es una combinación de “kabutomushi” (escarabajo en japonés) y “bitcoin”, busca evitar las altas comisiones bancarias asociadas con las transacciones internacionales.
La propuesta de Viasus también enfrenta desafíos locales. En Tunja, el único relleno sanitario de la región recibe desechos de 130 municipios, y ha habido conflictos con los residentes debido a la gestión inadecuada de los residuos. La secretaria de Ambiente de Boyacá, Soraida Ruiz, advierte sobre la necesidad de soluciones urgentes para evitar problemas de salud relacionados con la acumulación de desechos.
El trabajo de Viasus se basa en la premisa de que los escarabajos desempeñan un papel crucial en la degradación de residuos orgánicos, ayudando a mantener el equilibrio ecológico. Aunque el proyecto aún está en desarrollo, su enfoque ofrece una alternativa prometedora al tradicional manejo de residuos y pone a Colombia en la vanguardia de la innovación medioambiental.