De 2010 a 2020 la población en Mérida creció un 20%, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), está situación está generando estrés entre sus habitantes, señaló  María de Lourdes Valdez Valdés, presidenta del Colegio de Psicólogos de Yucatán, pues la promoción de los gobiernos de la capital yucateca, como la más segura está ocasionando que llegue más gente de fuera del estado.

El último censo del Inegi indica que en 2020 la población en Mérida era de 995 mil 129 habitantes, en comparación con 2010, es de 830 mil 732, lo que significa un 20%. 

Otro de los problemas que vive a diario la población es el caos vial, pues en 2012 había 575 mil 850 unidades y en 2022 llegó a 994 mil 656, es decir, se sumaron casi 419 mil unidades al parque vehicular en un período de 10 años.

Valdez Valdés reconoció que la explosión demográfica es un factor detonante del estrés y la ansiedad en una ciudad reconocida por su ambiente tranquilo y su dinámica serena: “En los últimos años se ha gentrificado debido a diversos cambios, como el crecimiento urbano y de las zonas turísticas. La urbanización y la discriminación ejercida por gente extranjera en Mérida amenazan con destruir las comunidades mayas en la periferia”.

Esto, opinó, es un nuevo capítulo en la historia de la discriminación en Yucatán: exclusión y desencuentro entre los mayas y los no mayas que comparten el territorio del Mayab.

“Hay personas que nacimos acá, y ahora viene gente de fuera que se adueña de centros turísticos y playas, donde ponen muros y no quieren que te acerques”, condenó.

El crecimiento urbano, señaló Valdez Valdés, es una realidad inevitable en la actualidad; y en la medida en que las ciudades se expanden, surgen una serie de problemas sociales que “afectan a quienes estábamos acostumbrados a otro estilo de vida”.

Esta situación, precisó, tiene un impacto significativo en la calidad de vida de las personas y en la cohesión social de la comunidad en general: “El crecimiento urbano, las desigualdades socioeconómicas, los problemas de vivienda, la congestión vial, la pérdida de espacios verdes y la calidad ambiental influyen”.

Por lo anterior, continuó la psicóloga, es importante que la sociedad preserve su identidad cultural ante este fenómeno: “Preservar nuestra identidad ayuda a mantener una riqueza cultural que puede desaparecer si la descuidamos”.

En ese sentido, la presidenta del Colegio de Psicólogos exhortó a promover tradiciones, costumbres y patrimonio yucateco: “Todo lo que nos identifica como yucatecos y meridanos, y que nos traerá un bienestar emocional y social”.

La pérdida de estos valores, dijo, puede generar una ansiedad que se acentúa con las deficiencias de transporte, desigualdades y problemas de vivienda que son producto de la explosión demográfica: “Hoy es casi imposible comprar una casa, por ejemplo”.

En Mérida, añadió, las personas no estaban acostumbradas a pagar precios tan elevados por una casa como los que se ven hoy, pero las personas “de fuera” sí lo pueden pagar: “Esto ocasiona ansiedad y depresión. Se están quedando con lo nuestro”.

Ante este panorama en la capital yucateca, Lourdes Valdez exhortó a acudir a un profesional en caso de sentir que se rebasa el estrés y la ansiedad. Para ello, puso a disposición el 999-575-5418, a través del cual el Colegio de Psicólogos brindará asistencia a bajo costo.

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