Entre 2021 y 2022, la venta de vehículos eléctricos de uso particular en Yucatán dio un salto significativo: pasó de vender cuatro autos al año a 119, y la cifra continúa incrementando. En lo que va del 2024, hasta el mes de julio, se han comercializado 214 vehículos eléctricos en la entidad, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En su estadística “Venta de vehículos híbridos y eléctricos”, el Instituto contempla la venta de unidades eléctricas, híbridas enchufables (aquellas que se cargan con electricidad convencional) y vehículos híbridos, es decir, aquellos que cuentan con un motor a gasolina apoyado por uno eléctrico.
La venta de los híbridos enchufables también ha aumentado en la entidad. Mientras en 2019 se vendían 15 vehículos al año, la cifra ha ido incrementando gradualmente hasta alcanzar los 93 en 2022. No obstante, en 2023 el número descendió a 89, y en lo que va del 2024 se han comercializado 59 unidades de este tipo.
En cuanto a los vehículos híbridos, la estadística muestra que su comercialización ha tenido un incremento sostenido en Yucatán. En 2019 se vendieron 253 unidades; en 2023, mil 100; y en lo que va del 2024 se han vendido mil 264 de estos vehículos, que son considerablemente más económicos que aquellos que se conectan a la electricidad.
Yucatán no es el único estado donde ocurre este fenómeno, pues, de acuerdo con el INEGI, prácticamente todos los estados han registrado un alza en la venta de este tipo de vehículos, situación que se atribuye al precio cada vez más alto de la gasolina. El litro en Mérida, por ejemplo, roza los 24 pesos.
En promedio, un auto eléctrico consume 720 pesos en electricidad cada mil kilómetros, aunque este número puede variar según la marca, modelo, tamaño de batería, tipo de conducción y el uso de accesorios como el aire acondicionado.
Por ejemplo, esta cifra se calculó con base en un Tesla Model S, que consume aproximadamente 24 kWh por cada 100 km, usando el costo promedio de electricidad en México de 3 pesos por kWh como referencia para un usuario de tarifa doméstica estándar.
En Mérida, hay diversos lugares con puntos de carga para este tipo de vehículos, fundamentalmente ubicados en las propias concesionarias. También pueden encontrarse en plazas como La Isla, hoteles, paraderos turísticos y sitios de interés como el Gran Parque de la Plancha.
Para el ingeniero mecatrónico Orlando Palma Marrufo, Yucatán no está listo para la creciente demanda de vehículos eléctricos por varias razones. Una de las principales, advierte, es la zona geográfica en la que vivimos, el clima y algunos de los componentes de estas máquinas.
Desde luego, opinó, hay puntos positivos, pero también negativos a considerar al adquirir una de estas unidades. Uno de los beneficios, dijo, es que disminuyen los niveles de gases de efecto invernadero, tanto del coche como de los mecanismos involucrados en su producción, además de que reducen la emisión de dióxido de carbono.
Sin embargo, precisó, antes de adquirir un vehículo eléctrico es importante considerar su costo, así como el destino de las baterías que utilizan, pues son de gran tamaño y tienen un alto nivel contaminante una vez que dejan de ser funcionales.
De igual modo, Palma Marrufo expuso que, mientras más crezca la demanda de estos vehículos, la demanda de energía eléctrica también aumentará, y el estado de Yucatán no está listo para afrontar una situación como esa.
Por otro lado, mencionó que, si bien la carga al 100 por ciento de la batería indica una cierta cantidad de kilómetros que se pueden recorrer, no es recomendable confiar plenamente en estos datos, ya que el calor de la ciudad y el que genera el sistema reducen significativamente este porcentaje.