Cuando se habla de Mérida, Yucatán, es inevitable mencionar al icónico Paseo de Montejo. Esta emblemática avenida, que rinde homenaje al conquistador Francisco de Montejo, se ha convertido en un símbolo de la ciudad y un destino obligado para locales y turistas por igual.

El Paseo de Montejo es mucho más que una simple avenida que abarca desde el Monumento a la Patria hasta su Remate. 

Es un viaje en el tiempo que nos transporta a la época dorada del henequén, cuando Mérida y la zona henequenera estaban en pleno auge del llamado oro verde. 

Sus majestuosas casonas, construidas con estilos arquitectónicos europeos, son un testimonio de la opulencia y el buen gusto de la época.

A lo largo del Paseo de Montejo, encontramos una gran variedad de atractivos que cautivan a los visitantes. 

Tal vez uno de los más evidentes son precisamente sus casonas, muchas de ellas afrancesadas, cada una testigo silenciosa de la historia de la capital yucateca. 

Otras, como el Palacio Cantón, que funciona como el Museo Regional de Antropología de Yucatán, dan cuenta explícita de la forma de vida de los antiguos mayas.

Una simple caminata por el lugar permite también disfrutar de los monumentos de valor histórico y arquitectónico que orgullosamente han visto pasar el tiempo. 

Lugares como el Monumento a la Patria, un espacio que fue inaugurado en 1956 bajo la dirección del escultor colombiano Rómulo Rozo y que se ha vuelto un referente, no solo para los turistas, sino también para locales que van a fotografiarse. 

Es común ver allí a quinceañeras y parejas de novios. También, aunque en remodelaciones, están los monumentos a Felipe Carrillo Puerto y Justo Sierra.

El Paseo de Montejo está rodeado de hermosos jardines y parques, ideales para relajarse y disfrutar del aire libre. 

Durante los fines de semana, todos los domingos se organiza el corredor de los artistas, dando la oportunidad de comprar fotografías, pinturas y esculturas del talento local. 

Los primeros sábados de cada mes, se realiza la Bici Ruta Nocturna del Ayuntamiento de Mérida, ofreciendo una opción para quienes quieren dar un paseo en bicicleta, patines o patinetas con la seguridad de que no habrá vehículos circulando.

De igual forma, se puede encontrar una amplia variedad de tiendas de diseño, boutiques, restaurantes y cafés para todos los gustos, incluso para quienes únicamente buscan una marquesita o algún esquite.

El Paseo de Montejo es un lugar para todos los gustos. Los amantes de la historia encontrarán en sus casonas y monumentos un tesoro invaluable. 

Los aficionados a la arquitectura podrán admirar la belleza de sus fachadas, así como los detalles escondidos en esta icónica avenida. 

Y los que buscan simplemente disfrutar de un buen paseo encontrarán en esta avenida el lugar perfecto. “El Paseo de Montejo es simplemente impresionante. Me encanta caminar por aquí y admirar la arquitectura. Es como estar en Europa”, señaló Lorely Miranda, una visitante de Uruguay que decidió por fin conocer la capital del estado y que aprovechará su estancia para visitar los cenotes que tanto le han recomendado.

“A mí me gusta venir a la Bici Ruta de los sábados. Uno puede pedalear en la avenida sin temor a los coches. También hemos descubierto que coincide ese día con torneos de ajedrez que un hotel realiza regularmente”, opinó Daniel Santamaría, vecino de la colonia Pensiones.

Para María Estela López, visitante de la Ciudad de México, un recorrido por Paseo de Montejo es un punto que no se pueden perder las personas que llegan a la capital del estado por primera vez, aunque el calor de esta temporada sea fuerte.

El Paseo de Montejo sigue evolucionando, adaptándose a los nuevos tiempos. 

En los últimos años, se han llevado a cabo importantes obras de restauración y se han organizado diversos eventos culturales, lo que ha revitalizado esta emblemática avenida.

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