FOTOS: GUILLERMO CASTILLO

El zoológico Animaya se ha convertido en un punto de encuentro obligado para locales y turistas que buscan conectarse con la naturaleza en el corazón de la ciudad. 

Con una amplia variedad de especies y actividades educativas, este parque ha ganado popularidad gracias a sus esfuerzos por conservar la fauna y brindar una experiencia inolvidable a sus visitantes. Durante las vacaciones de verano, este espacio público ya ha recibido a 30 mil personas.

El parque se ha posicionado como un centro de conservación y educación ambiental, implementando programas de reproducción en cautiverio y el cuidado de especies en un entorno natural. Además, ofrece una variedad de actividades educativas para niños y adultos, como talleres. El subdirector de Servicios Públicos Municipales del Ayuntamiento de Mérida, Arturo Antuña Silveira, dio a conocer que en estas vacaciones de verano este parque ya ha recibido a poco más de 30 mil visitantes.

El funcionario municipal detalló que en Animaya cuentan con 500 animales de 73 especies distintas que ofrecen a los visitantes una experiencia diferente a la que pueden vivir en el Parque Zoológico Centenario.

Si bien es cierto que el Centenario recibe más visitantes que Animaya, los atractivos son diferentes. Lo primero que llama la atención en la entrada es la Estela Maya, un mirador de ocho pisos, es decir, 37 metros de altura, desde donde los visitantes pueden obtener una panorámica completa del parque y de Ciudad Caucel, un fraccionamiento al poniente de la capital del estado.

A unos metros del mirador se encuentra el área de restaurantes, decorada y amenizada con motivos infantiles para que los más pequeños de la familia también puedan disfrutar de su estancia. También hay un área de juegos, un espacio que recuerda a las ferias tradicionales, un imponente lago, una tirolesa y, por supuesto, la zona donde se pueden observar a los animales.

En comparación con el parque Centenario, los animales se observan más de cerca; están en una parte baja, de tal manera que la jirafa se acerca lo suficiente para que los visitantes, desde una distancia segura, puedan tomar una gran foto del imponente animal.

Los testimonios hablan por sí solos, y es que poco después de la 1 de la tarde de este miércoles ya habían entrado poco más de 1,800 personas. Conversamos con algunos visitantes que compartieron sus impresiones sobre Animaya.

Flora Tun, una madre de familia, destacó la importancia de que los niños puedan interactuar de alguna forma con los animales: “Me encanta traer a mis hijos aquí. Es una oportunidad única para que aprendan sobre la importancia de cuidar a los animales y su hábitat.”

Por otra parte, Martín Morenones, un joven amante de la fotografía, resaltó la belleza de las instalaciones, particularmente del mirador. “Los paisajes son increíbles y los animales parecen estar muy bien cuidados. Es el lugar perfecto para capturar fotos únicas.”

Don Jaime, un turista proveniente del estado de Sinaloa, comentó que es la segunda vez que visita Animaya. Uno de sus nietos, de unos seis años, subió a la tirolesa muy valientemente. Celebró que en esta ocasión pudo ver más atractivos y comentó que iría al Centenario una vez terminado su paseo familiar.

Animaya va más allá de ser un simple zoológico; tiene un futuro prometedor para atraer a más personas. Basta con recordar que ya se ha anunciado el avance en el felinario Balam, que será casa de uno de los animales favoritos de propios y extraños: los leones y leonas.

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