Los principales problemas observados en los centros penitenciarios de Yucatán incluyen la insuficiencia de vías para la remisión de quejas, deficiencias en la atención médica y condiciones materiales e higiene inadecuadas.  

En concreto, Yucatán obtuvo una calificación estatal de 7.54, colocándose en la categoría amarilla. El informe detalla las evaluaciones específicas de los centros de reinserción social de la entidad. 

Así lo revela el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023, realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). 

Además, de acuerdo con el documento, se destacan problemas en la clasificación de los internos y la atención a grupos específicos, así como insuficiencia de programas de prevención de adicciones y desintoxicación. 

No obstante, el informe de la CNDH también destaca aspectos positivos como la adecuada distribución de internos, programas de prevención de incidentes violentos y supervisión del funcionamiento de los centros. 

Calificaciones de los Centros de Reinserción Social en Yucatán: 

Centro de Reinserción Social de Mérida 7.07  

Centro de Reinserción Social de Valladolid 7.60  

Centro de Reinserción Social del Sur, Tekax 7.72  

Centro de Reinserción Social Femenil del Estado de Yucatán 7.77 

El Centro de Reinserción Social de Mérida, con una calificación de 7.07, presenta varias deficiencias significativas. El informe señala una falta notable de mecanismos eficaces para prevenir y atender violaciones a los derechos humanos, así como una insuficiencia en las vías para remitir quejas, limitando la respuesta a las denuncias de abusos.  

Las condiciones de estancia digna se ven comprometidas por deficiencias en las instalaciones destinadas a la comunicación con el exterior y problemas de higiene, además de una falta de instalaciones esenciales que afectan la calidad de vida de los internos.

También se observa una deficiente separación entre internos procesados y sentenciados y una inadecuada clasificación, lo que obstaculiza la eficacia de los programas de rehabilitación. 

A pesar de estas deficiencias, el informe destaca aspectos positivos como una adecuada distribución de los internos en relación con la capacidad del centro, programas efectivos para la prevención y atención de incidentes violentos.

La higiene en talleres y áreas deportivas, la ausencia de funciones de autoridad por parte de los internos, la capacitación del personal y la inexistencia de actividades ilícitas también son aspectos valorados positivamente. 

En el Centro de Reinserción Social Femenil del Estado de Yucatán, con una calificación de 7.77, se identifican áreas críticas, aunque la tendencia es hacia la mejora. 

El documento destaca deficiencias en las vías para remitir quejas sobre violaciones a los derechos humanos, condiciones materiales e higiene de las instalaciones, y la falta de personal de seguridad y custodia. 

La falta de actividades deportivas y la insuficiencia de programas laborales y de capacitación limitan la rehabilitación y reintegración de las internas, mientras que la falta de programas para la prevención de adicciones y desintoxicación voluntaria afecta el apoyo a los internos vulnerables.  

No obstante, se valoran positivamente la atención a internas en aislamiento, la correcta distribución de las internas en relación con la capacidad del centro, y la implementación de programas efectivos para la prevención y atención de incidentes violentos. 

La adecuada alimentación y las buenas condiciones de higiene en la cocina, comedores y áreas médicas, la ausencia de funciones de autoridad por parte de las internas, la capacitación del personal y la inexistencia de actividades ilícitas también se destacan. 

El Centro de Reinserción Social de Valladolid (7.72) enfrenta deficiencias en los servicios de salud, la separación entre hombres y mujeres, y las vías para la remisión de quejas sobre violaciones a los derechos humanos. Además, hay una insuficiencia de personal de seguridad y custodia y deficiencias en las condiciones materiales e higiene de las instalaciones.  

Sin embargo, la CNDH también resalta aspectos positivos como una adecuada distribución de los internos, la implementación de programas efectivos para la prevención y atención de incidentes violentos, y una correcta supervisión del funcionamiento del centro.

La higiene y el mantenimiento en áreas como la alimentación, cocina, comedores e instalaciones médicas son adecuados, y la ausencia de actividades ilícitas y cobros indebidos. 

Se destaca  la atención a grupos con necesidades específicas, como personas indígenas, LGBTTTI y aquellos que viven con VIH/SIDA, refleja un enfoque inclusivo en la gestión del centro. 

Finalmente, el Centro de Reinserción Social del Sur en Tekax (7.77)  presenta problemas como la deficiente separación entre hombres y mujeres, hacinamiento, sobrepoblación y falta de vías para la remisión de quejas sobre violaciones a los derechos humanos.

Las condiciones materiales e higiene de las instalaciones son inadecuadas y hay una insuficiencia de personal de seguridad y custodia. La inadecuada clasificación de los internos y la falta de actividades deportivas también son preocupaciones destacadas.  

A pesar de estas deficiencias, el informe destaca aspectos positivos como la adecuada prevención de violaciones a los derechos humanos, programas efectivos para la prevención y atención de incidentes violentos, y condiciones adecuadas en alimentación y áreas deportivas.

La gobernabilidad es fuerte, con ausencia de funciones de autoridad por parte de los internos, buena capacitación del personal, y un funcionamiento eficiente del Comité Técnico. La atención a personas adultas mayores, con discapacidad, indígenas y aquellos que viven con VIH/SIDA también es destacada.

ABRAHAM BOTE

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