El fenómeno del abandono de viviendas ha comenzado a manifestarse con mayor frecuencia en Mérida, afectando no solo la estética urbana sino también el valor histórico y cultural de ciertas áreas, según el estudio “Panorama de la vivienda en Mérida” publicado por el Instituto Municipal de Planeación (Implan) en 2023.

El documento evidencia que este fenómeno es particularmente preocupante en zonas patrimoniales, donde la desocupación y el deterioro de los inmuebles representan una amenaza para la conservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

En Mérida, muchas de sus antiguas casonas y edificios se encuentran en estado de abandono. La falta de interés en rehabilitar estos inmuebles, sumada a los altos costos de mantenimiento y restauración, ha llevado a que muchos propietarios prefieran dejarlos en desuso.

Esto no solo implica una pérdida patrimonial, sino que también contribuye al deterioro de la imagen urbana y al incremento de áreas vulnerables a la delincuencia.

El documento señala que la expansión urbana de Mérida, caracterizada por el desarrollo de nuevos complejos habitacionales en zonas periféricas, ha traído importantes desafíos ambientales.

La creciente demanda de terrenos para la construcción de viviendas ha llevado a la deforestación de áreas naturales y a la reducción de espacios verdes dentro de la ciudad. Este proceso ha alterado los ecosistemas locales, aumentando las temperaturas urbanas y disminuyendo la calidad del aire.

Crecimiento urbano superó al poblacional

En las últimas décadas, Mérida ha experimentado un crecimiento urbano que ha superado al poblacional, resultando en una disminución de la densidad de población. Según datos recientes, la densidad de población ha decrecido de 47.7 habitantes por hectárea en 1950 a 38.3 habitantes por hectárea en 2000.

El “Panorama de la vivienda en Mérida” atribuye este fenómeno a la construcción masiva de viviendas en áreas suburbanas, que ha llevado a una expansión territorial de la ciudad sin un incremento proporcional en la cantidad de habitantes.

Este patrón de crecimiento, advierte el Implan, ha generado una serie de desafíos para la ciudad, incluyendo la subutilización de la infraestructura existente y el aumento de los costos para el mantenimiento de servicios públicos.

Además, el estudio subraya que, aunque la mayoría de las viviendas en Mérida están en condiciones aceptables, existen importantes desigualdades en el acceso a viviendas de calidad. Sectores de bajos ingresos enfrentan dificultades para acceder a créditos hipotecarios, lo que limita sus opciones de vivienda.

Visión a futuro

De cara al futuro, se espera que el mercado inmobiliario de Mérida continúe creciendo, impulsado por el interés de inversores y el aumento de la demanda de vivienda. Sin embargo, para satisfacer las necesidades habitacionales de una población diversa, será necesario adoptar un enfoque más inclusivo y sostenible.

Esto implica no solo construir nuevas viviendas, sino también revitalizar las existentes, mejorar la infraestructura urbana y garantizar que todos los habitantes tengan acceso a una vivienda digna y servicios básicos adecuados.

Mérida enfrenta el reto de equilibrar el crecimiento urbano con la conservación de su patrimonio, la sostenibilidad ambiental y la equidad en el acceso a la vivienda. Estos desafíos requieren de políticas públicas integrales y una planificación urbana que priorice el bienestar de todos sus ciudadanos.

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