En el Instituto Municipal de Planeación (Implan) hay una iniciativa enfocada en habilitar viviendas en zonas desocupadas de Mérida, donde hay más de mil doscientas hectáreas disponibles y este proyecto podría ser retomado por la siguiente administración, según Edgardo Bolio Arceo, director del Instituto.
El año pasado, el Implan realizó un estudio denominado “Panorama de la vivienda en Mérida”, en el cual se ofrece una perspectiva sobre el contexto de la vivienda en la ciudad. A partir de ese documento, el Instituto detectó áreas de oportunidad para mejorar el tema.
“Hay más de mil doscientas hectáreas sin urbanizar al interior del periférico, lo que significa una gran cantidad de tierra dispersa en diferentes condiciones: algunas permanecen sin usar; otras, subutilizadas; y otras en el abandono”, precisó Bolio en entrevista con 24 HORAS Yucatán.
El arquitecto explicó que el Programa Municipal de Desarrollo Urbano tiene dos objetivos: consolidar el área urbanizada y crecer con orden.
“Esto significa que deberíamos consolidar lo que ya tenemos antes de seguir expandiéndose”., expresó.
Esto, aclaró, no significa que se vaya a impedir el crecimiento, sino que sería más sensato usar lo que ya está urbanizado como primera opción.
“Las condiciones actuales de financiamiento, la normativa y los programas de desarrollo urbano no están alineados para incentivar las viviendas en las áreas antiguas. Es decir, serían necesarios ajustes si esto se convierte en una política pública”, explicó.
Lo anterior, continuó, a fin de incentivar que existan opciones de vivienda social al interior del periférico en lugar de seguir propiciando conjuntos habitacionales a las afueras del mismo.
En cuanto a las áreas que el Implan ha identificado para llevar a cabo este programa, Bolio Arceo comentó que “hay en todas partes”. En general, se pensaría en otros modelos de vivienda para estas zonas, no precisamente en casas individuales.
Por ejemplo, en los fraccionamientos antiguos que se encuentran a lo largo de todo el Circuito Colonias.
“La idea original era que esto se diera en el centro de la ciudad, pero los costos de esta zona hacen inviable un proyecto de esta naturaleza. Encontramos colonias antiguas en toda la ciudad y podríamos seleccionar un polígono como prueba piloto”, indicó.
De tal manera, añadió, que si los resultados son satisfactorios, se podría pensar en una política pública más sostenida: “No estoy diciendo que esto sea lo que se va a hacer, es una iniciativa que pretende integrar un área de estudio” , aclaró.
Edgardo Bolio previó que esta iniciativa tenga impactos positivos y adelantó que ya hay interés por parte de diferentes grupos, por lo que no tendría que utilizarse dinero público para llevarla a cabo, sino alianzas público-privadas o iniciativa privada.
Estas acciones, aseguró, traerían consigo un beneficio social y urbanístico, ya que más personas podrían vivir en áreas consolidadas de la ciudad, reducir sus distancias de recorrido y darían trabajo a la industria de la construcción y la vivienda.
“Estaríamos ofreciendo una alternativa adicional. No estamos deshaciendo la infraestructura existente, sino ofreciendo una modalidad que sería innovadora y creativa” , mencionó.
Este tema, subrayó Bolio Arceo, aún es una propuesta y no tiene carácter formal. Se ha
discutido en el Implan a lo largo de varios años, sin embargo, no se ha logrado materializar:
“Habría que hacer una serie de cosas, que en este momento no existen”. Respecto a si sería un proyecto cuyas riendas tomaría la siguiente administración municipal, el director del Implan comentó que se entregarán una serie de iniciativas y proyectos que están en
cartera.
El tema de la vivienda es uno de ellos. Referente a los principales retos para la vivienda en Mérida, Edgardo Bolio señaló que entre ellos figura que los nuevos desarrollos están quedando muy retirados de las áreas de trabajo y equipamiento, lo que genera un costo excesivo de traslados.
“Por otro lado, el costo de la vivienda está dejando fuera del mercado a un porcentaje muy alto de la población. El acceso a la vivienda se está haciendo cada vez más difícil, particularmente para los grupos jóvenes” , advirtió.
Estos retos, sentenció, no son únicamente de diseño, sino de mecanismos de financiamiento y gestión tanto del suelo como del desarrollo urbano para ofrecer alternativas más amables para la población.