En el marco del décimo aniversario de la sede poniente del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), ubicada en la colonia Juan Pablo II y ahora renombrada en honor a Felipa Poot Tzuc, la directora del instituto, Fabiola García Magaña, abordó cómo las nuevas tecnologías han transformado los ejercicios de violencia en Mérida.
El IMM, que atiende de mil a mil 500 mujeres mensualmente en sus cuatro sedes, ha visto cómo la naturaleza de los casos que reciben ha cambiado a lo largo de esta década.
García Magaña señaló que la violencia psicológica sigue siendo la más reportada, seguida de la violencia física. Sin embargo, emergen nuevas formas de violencia que requieren atención especializada, como la violencia digital, obstétrica y vicaria.
“El tema de la tecnología y el entorno virtual han traído consigo un aumento en los casos de violencia digital”, explicó García Magaña. “Aunque siempre ha existido, ahora ya tiene nombre y está legislada, lo cual es un avance significativo”.
La directora del IMM mencionó un caso específico de estudiantes universitarias que acudieron al Instituto tras ser víctimas de violencia digital, una de las cuales judicializó su caso mientras que las demás recibieron atención psicológica.
García Magaña destacó que el Instituto no solo ofrece servicios en el centro de Mérida, sino que también cuenta con sedes en el sur y el oriente de la ciudad, además de un refugio con capacidad para la atención de mujeres y sus hijos.
De igual modo, prosiguió, la línea de atención telefónica del IMM recibe diariamente solicitudes de apoyo legal, psicológico y social, demostrando la creciente demanda de estos servicios.
Más allá de la violencia, explicó García Magaña, el IMM también ha incrementado sus esfuerzos en programas de empoderamiento y autonomía para las mujeres. La reciente convocatoria de becas del Instituto, ahora concluida, benefició a numerosas mujeres que ya han recibido sus pagos.
“El otro restante de las solicitudes que recibimos se refiere a programas que no necesariamente están relacionados con la violencia, sino con el empoderamiento y la capacitación”, añadió la funcionaria municipal.
En cuanto a la participación de los hombres, García Magaña subrayó la importancia de los talleres de masculinidades, que han visto un aumento en la asistencia voluntaria: “Esto es crucial para reducir los ejercicios de violencia. Más hombres están colaborando y participando”, celebró.
Durante la pandemia, el Instituto también recibió llamadas de mujeres en crisis, algunas de las cuales expresaron intenciones suicidas debido a situaciones de violencia extrema. “En estos casos, se les brinda toda la atención y, si es necesario, el equipo operativo realiza visitas para intervenir en sus hogares”, detalló Fabiola García.
Durante el acto protocolario estuvieron presentes el alcalde de Mérida, Alejandro Ruz Castro, así como la periodista Socorro Chablé, quien fungió como oradora huésped en la lectura de la semblanza de Felipa Poot, quien ahora da nombre a esa sede del Instituto. También estuvieron presentes sus familiares.