La organización Greenpeace México dio a conocer que una empresa turística solicitó a las autoridades ambientales federales la autorización para cambiar el uso de suelo forestal del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, ubicada en el municipio de Santa Elena, Yucatán.
En un comunicado publicado este 23 de julio,Greenpeace México informó que presentó el 19 de julio pasado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat ) una serie de comentarios y alertas respecto a la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de un mega proyecto de infraestructura turística en el mencionado municipio, a cargo de Grupo Xcaret.
De acuerdo con la ONG, dicho proyecto pretende construir un mega desarrollo turístico en plena selva maya y contempla, entre distintas obras,nueve hoteles de 18 pisos cada uno.
“La empresa contempla albergar una capacidad máxima de 16 mil 200 huéspedes, cuatro veces la cantidad de la población actual de la localidad de Santa Elena, cercana a la Zona Arqueológica de Uxmal”, recalcan.
El lugar en el que se pretende construir está dentro de una zona de influencia del Área Natural Protegida denominada “Reserva Estatal Biocultural del Puuc”. Según Greenpeace, el proyecto incluye el desarrollo de macro lotes en diversas secciones del terreno, donde se planea construir más proyectos turísticos y espacios residenciales, loque aumentará significativamente los impactosa mbientales en los próximos años.
No es la primera vez que Xcaret enfrenta controversias en Yucatán. El parque Xibalbá en Valladolid fue clausurado en 2022 por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente(Profepa) debido a su impacto negativo en los cenotes y ríos subterráneos.Consecuencias negativas para el hábitat.
La agrupación señala que “un proyecto de esta magnitud significa la deforestación de casi 160hectáreas, lo que implicaría talar alrededor de 165mil árboles”.Esta deforestación se debe a la necesidad de excavar el terreno hasta 36 metros de profundidad para introducir elementos artificiales como cascadas y ríos.
Además, exponen, los requerimientos de agua para operar el proyecto ascienden a 6,500 m³ al día, sumando un total de 2,372,500 m³ al año.
“Este consumo es 22 veces mayor al volumen anual destinado para todo el municipio de Santa Elena, donde actualmente solo la mitad de la población tiene acceso al agua potable, según el censo del INEGI de 2020”, subraya la organización.
El área del proyecto alberga especies de aves bajo protección especial según laNOM-059-SEMARNAT-2010, como el pavo ocelado (Meleagris ocellata), el búho virginiano(Bubo virginianus spp. mayensis), el loro de frente blanca (Amazona albifrons) y el loro yucateco(Amazona xantholora).
Lejos de proponer medidas preventivas para evitar el desplazamiento de estas aves, la empresa solo planea realizar “actividad es de ahuyamiento, rescate y desmonte gradual”.
Greenpeace sostiene que este proyecto es incompatible con una política de largo plazo que busque preservar y conservar áreas de valor ambiental, especialmente en el contexto de la crisis climática.
La organización exhorta a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a negar la autorización de cambio de suelo solicitada por Grupo Xcaret.”Más allá de los riesgos e impactos mencionados en la Manifestación de Impacto Ambiental, la implementación de este proyecto conduciría a una creciente urbanización y especulación inmobiliaria,afectando gravemente la cultura y biodiversidad de la selva maya”, afirmó Greenpeace en sucomunicado.
Greenpeace insta a la Semarnat a “fortalecer y ampliar los polígonos de protección en reservas y Áreas Naturales Protegidas existentes, como la Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, en colaboración con las autoridades ambientales y las comunidades locales de Yucatán.
Abraham Bote