A más de un mes de transcurridas las elecciones persiste dispersa en las calles de la Ciudad de México la basura electoral, señaló la organización ambientalista Greenpeace.
En un comunicado reclamó que ningún partido político compartió un documento integral sobre el manejo de estos residuos según la información que a través de la Plataforma Nacional de Transparencia les respondió el Instituto Nacional Electoral (INE).
Por estas razones, Greenpeace México exigió la prohibición en los próximos comicios de basura electoral. Detalló que los partidos políticos y coaliciones no respondieron sus solicitudes de información acerca de los materiales utilizados en pendones y lonas plásticas usados en el proceso electoral.
Además, carecen de un plan de recuperación de esta propaganda electoral que garantice su correcto reciclaje y no cuentan con una acción para calcular y hacer pública su huella plástica y contribuyen a agravar la crisis ambiental, consideró la organización. Indicaron que el 15 de julio enviaron una carta dirigida a la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei Zavala, en la que hacen referencia al problema de la basura electoral.
“En ella se expresó la gran preocupación por la cantidad de lonas, pendones y otros artículos con los cuales los partidos políticos, personas candidatas y coaliciones electorales promovieron su imagen inundando puentes, paredes, postes y calles de las ciudades“.
“De acuerdo a la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano, en este proceso electoral se generaron entre 25 y 30 mil toneladas de residuos electorales tan solo en la Ciudad de México. Si bien no hay datos a nivel nacional, es una situación que debe atenderse urgentemente y se deben generar medidas para prevenir la recurrencia de esta situación en próximos procesos electorales”, exigió Greenpeace México.
Añadió que durante el periodo electoral buscaron soluciones a este problema enviando cartas y comunicaciones vía redes sociales a partidos y personas candidatas, principalmente a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y a la Presidencia de la República, sin recibir respuesta alguna.
Las principales peticiones enviadas fueron hacer público el informe que se exige a los partidos políticos y coaliciones en el Reglamento de elecciones del INE sobre los materiales utilizados en la producción de la propaganda electoral, en el que se debe especificar el nombre y ubicación de los proveedores contratados, el plan de reciclaje de la propaganda electoral a utilizar, el tipo de material con el que están hechos (si son reciclables y libres de tóxicos) y los certificados de calidad de la resina utilizada en la producción de la propaganda electoral impresa en plástico.
Además, deben publicar un plan de recuperación de toda la propaganda electoral impresa al cierre de las campañas con medidas claras y realistas sobre qué se hará con esos residuos para evitar que lleguen a los rellenos sanitarios o la naturaleza.
A través de la Plataforma Nacional de Transparencia, Greenpeace solicitó a los partidos la información antes enlistada, y el único partido que compartió su plan de reciclaje fue Movimiento Ciudadano.
El resto de partidos expresaron que por Ley no tienen obligación ninguna de contar o generar esa información. El PRI, indicaron, compartió datos aislados sobre número de piezas compradas y proveedores, pero ninguno de los partidos compartió un documento integral que incluyera toda la información que la ley exige.
Por su parte, el INE respondió a la solicitud de información y compartió los documentos que los partidos políticos le entregaron planes de reciclaje de los proveedores contratados para la impresión y colocación de la propaganda electoral.
Sin embargo, ésta carece de los mínimos que exige la ley, por ejemplo los proveedores confunden reutilización con reciclaje y no contienen planes concretos ni integrales de recolección, acopio y reciclaje de las lonas y pendones.
Ornela Garelli, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México, dijo que es inadmisible que en medio de una triple crisis ambiental climática, por contaminación plástica y de pérdida de biodiversidad, los partidos políticos y personas candidatas decidan inundar las ciudades con basura electoral que solo agrava estos problemas ambientales, y peor aún que es pagada con recursos públicos.
Greenpeace exigió que la propaganda electoral impresa quede prohibida en los próximos procesos electorales en el país y exhortó al INE a liderar este cambio.