Un millón de especies se enfrentarán a la extinción en los próximos 25 años si no se toman medidas inmediatas, advirtió el curador de Biosphera, Gabriel Navarro Guerrero, en el marco de la inauguración de la Cumbre de esa organización que se realiza en Mérida.
Navarro enfatizó la gravedad de la situación y la necesidad de una acción concertada para frenar esta pérdida sin precedentes de biodiversidad.
“La Sexta Extinción Masiva no es un fenómeno nuevo; ha estado en curso debido a la actividad humana que ha alterado significativamente los ecosistemas del planeta”, expresó .
Dijo que la deforestación, la contaminación, el cambio climático y la caza furtiva son solo algunos de los factores que han contribuido a la disminución de las poblaciones de vida silvestre.
Navarro recordó que cada especie juega un papel crucial en su ecosistema y la pérdida de una puede tener efectos en cadena que afectan a muchas otras.
El cambio climático se destacó como un impulsor significativo de la extinción.
El especialista explicó cómo el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones de precipitación afectan directamente a las especies que dependen de climas estables.
Navarro Guerrero instó a los asistentes a involucrarse activamente en la protección del medio ambiente.
Cada acción individual, desde reducir el uso de plásticos hasta apoyar políticas ambientales responsables, puede contribuir a un cambio positivo. La educación y la conciencia pública son fundamentales para movilizar a las personas y generar un impacto duradero.
La conferencia de Biosphera sirve como un recordatorio contundente de los desafíos que enfrentamos y la urgente necesidad de actuar para proteger la biodiversidad y asegurar un futuro sostenible para todas las formas de vida en el planeta.
YUCATÁN, REFERENTE
La cumbre Biosphera no sólo busca abordar temas cruciales de biodiversidad y salud humana, sino que también posiciona a Yucatán como un referente en el cuidado medioambiental.
Gabriel Navarro Guerrero, curador y vocero de la cumbre, destacó en entrevista con 24 Horas Yucatán, la importancia de este evento como un llamado global hacia la protección de la vida silvestre y la promoción de un medio ambiente sano.
“Esta segunda edición de Biosphera es un reflejo del compromiso del gobierno de Yucatán, liderado por el gobernador Mauricio Vila, para proyectar a Mérida hacia el mundo como un ejemplo de sostenibilidad y cuidado ambiental”, señaló Navarro Guerrero.
La salud humana, apuntó, está intrínsecamente ligada a la salud de la vida silvestre y la biodiversidad. El COVID-19 y otras pandemias, expresó, son recordatorios dolorosos de los límites que no debemos rebasar en nuestra relación con el medio ambiente.
Navarro Guerrero subrayó que el derecho constitucional a un medio ambiente sano implica responsabilidades individuales y colectivas.
En este sentido, la cumbre Biosphera se ha centrado en temas cruciales como el agua y el aire, tanto en entornos exteriores como interiores, así como en la urgente necesidad de abordar la sexta extinción masiva de especies que enfrenta el planeta.
“Es fundamental reconocer que todos tenemos un papel activo que desempeñar en la protección de nuestro entorno”, enfatizó. “No es solo responsabilidad de los gobiernos o las empresas, sino un compromiso personal adoptar prácticas que favorezcan la sostenibilidad y mitiguen el impacto ambiental”, agregó.
La cumbre Biosphera, subrayó, no solo ha sido un espacio para discutir los desafíos ambientales globales, sino también para celebrar los avances y las iniciativas exitosas, especialmente aquellas impulsadas desde Yucatán.
En ese sentido, Gabriel Navarro elogió los esfuerzos locales en cooperación internacional y en la implementación de proyectos sostenibles, como los relacionados con la movilidad y la gestión hídrica.
“Yucatán ha demostrado ser un líder en la promoción de la movilidad sostenible y en la protección de sus recursos hídricos, incluyendo la regulación y cuidado de cenotes y ríos subterráneos”, destacó.
Además, añadió, la actualización constante de la legislación forestal y la participación activa en iniciativas como los bonos de carbono son ejemplos claros del compromiso de la región con la sostenibilidad”, afirmó.
Respecto a las preocupaciones sobre las granjas porcícolas y su impacto ambiental, Navarro Guerrero hizo hincapié en la necesidad de una legislación robusta que garantice la prevención, mitigación y compensación de los efectos adversos.
“Cualquier actividad productiva tiene un impacto ambiental inherente”, reconoció. “Es esencial implementar medidas efectivas para mitigar este impacto, a través de prácticas como el turismo regenerativo, que no solo compensa los daños ambientales, sino que también promueve el progreso de las comunidades locales”, explicó.
Navarro Guerrero exhortó a una mayor supervisión y vigilancia para asegurar que las empresas cumplan con las normativas ambientales.
“Es responsabilidad de todos, incluidos los ciudadanos y las organizaciones empresariales, adoptar prácticas responsables y conscientes”, subrayó. “La participación activa de la sociedad civil en la supervisión y cumplimiento de las regulaciones es crucial para proteger nuestros recursos naturales y asegurar la sustentabilidad a largo plazo”, concluyó.