Foto: Gabriela Esquivel | Beneficios. Habrá 22 zonas económicas en el país; en Chiapas, impulsarán salud de la población con Farmacias del Bienestar

Con el objetivo de potenciar la inversión privada en el país, principalmente extranjera, el próximo Gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, busca establecer 22 polos de desarrollo como parte de la Estrategia Nacional de Relocalización, y en ellos incentivar 10 sectores estratégicos mediante la construcción de infraestructura, viviendas, escuelas y Farmacias del Bienestar.

Para especialistas, estos proyectos son razonables, mientras se den garantías a los inversores aprovechando el fenómeno del nearshoring, es decir, la relocalización de empresas y fábricas de países vecinos, como Estados Unidos, en México.  

El objetivo general es que se “aprovechen las inversiones extranjeras para crear cadenas de valor, generar empleos bien remunerados y lo que se requiere para el desarrollo y el crecimiento del país con justicia”, ha explicado la virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum.

A pesar de que el documento “Prosperidad Compartida”. que la futura presidenta ha presentado ante empresarios, se establece que serán 22 los polos de desarrollo, la misma presentación solo menciona 14, y de ellos explica 13.

El documento solo ofrece detalles de dos polos de desarrollo, el denominado “AIFA”, que abarca los estados de México, Ciudad de México e Hidalgo, y el del “Istmo de Tehuantepec”, que abarca parte de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas.

En estos dos polos, se detalla que se construirá una Farmacia del Bienestar en Tultepec, Estado de México, mientras que habrá “Farmacias del Bienestar para todos los municipios de Chiapas”, que son 124.

En cuanto a vivienda, entre el polo del AIFA y del Istmo de Tehuantepec, se tiene contemplada la construcción de 545 mil. De ellas, en el AIFA habrá 187 mil y en el Istmo 358 mil.

El polo del AIFA refiere la construcción de tres líneas de Cablebús, mejoras en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el tren de pasajeros México-Querétaro-León; también la ruta México-Querétaro-Guadalajara y México-Puebla. El tren ligero Naucalpan-Buenavista, la carretera Toluca-Zihuatanejo y el Tren Suburbano AIFA-Pachuca.

En cuanto a infraestructura hídrica, se pretende realizar la tercera línea del Sistema Cutzamala y la rehabilitación del Lago Tláhuac.

Mientras que en el polo del Istmo de Tehuantepec se señala la ampliación y construcción de la coquizadora de la refinería de Salina Cruz y una central de ciclo combinado en Tuxpan, Veracruz.

En el resto de los polos de desarrollo sólo se detallan los estados y los sectores que se pretenden impulsar.

Análisis 

Al respecto, Víctor Gómez Ayala, director de Analítica de datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco), refirió que la creación de estos polos es un proyecto razonable, siempre y cuando haya garantía para los inversores.

“Es un proyecto razonable en función de las necesidades de desarrollo industrial que requiere el país frente al fenómeno del nearshoring”, refirió.

No obstante, el especialista aclaró que se deben atender temas prioritarios para que estos puedan funcionar como se ha propuesto: “la disponibilidad de infraestructura, la disponibilidad de energía suficiente y la disponibilidad de agua para uso industrial”.

De esa manera, en el polo ubicado en la franja fronteriza desde Baja California hasta Tamaulipas se pretende impulsar a los sectores de dispositivos médicos e industria farmacéutica, logística, turismo, electrónico y semiconductores.

En el Golfo de California habrá otro polo y en él se busca desarrollar a la industria de semiconductores, energética, turística y la agroindustria. Mientras que en el polo correspondiente al Plan Sonora se busca incentivar la inversión energética, la de electromovilidad y automotriz.

En el denominado polo Norte, que abarca los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, el objetivo es desarrollar la agroindustria, la electromovilidad y automotriz.

Sheinbaum Pardo también planea el polo del Noroeste, que abarca los estados de Sinaloa, Durango y Zacatecas; en él se busca el desarrollo de la agroindustria y la industria energética.

En el polo del Bajío, que estará ubicado en San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro y Guanajuato, se impulsará la industria de electromovilidad y automotriz, el sector turístico y las tecnologías de la información.

En el polo del Pacífico, que abarca Nayarit, Jalisco, Michoacán y Colima se busca impulsar la logística, la agroindustria y el desarrollo de dispositivos médicos y farmacéuticos.

En el Centro, donde se ubican Guerrero, Ciudad de México, Tlaxcala y Puebla, impulsarán la electromovilidad, automotriz, la agroindustria y el sector electrónico. En tanto que, en la región del Golfo, donde está Veracruz, se impulsará el sector energético y la agroindustria.

La región maya donde ubican a Yucatán y Campeche, también tendrá su propio polo para incentivar la agroindustria, el sector energético y el turístico; mientras que en Campeche se pretende desarrollar la agroindustria.

De acuerdo con Víctor Gómez Ayala, del Imco, “es necesario que todos los elementos que están contemplados en el proyecto se integren de manera razonable y en tiempo, porque tiene que estar disponible el conjunto de los elementos para que el proyecto sea rentable para atraer inversiones productivas de empresas”.

Recordó que en la administración de Enrique Peña Nieto existieron las Zonas Económicas Especiales, aunque el proyecto de los polos es más integral.

Al respecto, la doctora Artemisa Montes Sylván, especialista de posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, consideró que para el correcto funcionamiento de estos Polos de Desarrollo, es necesario “garantizar que cuando una empresa sea nacional o extranjera se instale en un lugar, tenga o se construya una cadena de valor”.

Resaltó la importancia de definir en qué sectores se quiere posicionar a México en los próximos 30 o 40 años porque, hasta ahora, con lo que se conoce de los polos de desarrollo no hay una visión del México con metas a largo plazo.

“Más que un plan original, lo veo como una combinación de cosas que se han dejado, que se podrían hacer y que funcionarían a lo largo del tiempo. No veo una visión México 2050”, explicó a 24 HORAS la también doctora en Economía Política. 

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