La investigadora del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Nayeli Rodríguez Fuentes, informó que en este centro de investigación han desarrollado un proyecto para que el material de descarte de pescadores yucatecos, es decir, la piel de los peces que capturan y desechan, pueda servir a la ciencia médica para hacer elementos para curar heridas o quemaduras.

Al momento, este estudio está a punto de pasar a una fase clínica, lo cual quiere decir que se probaría en seres humanos.

“Este es un proyecto que estamos realizando, es un proyecto que usa desechos marinos, los reprocesamos para tener productos para tratar heridas como quemaduras o aquellas que no cierran fácilmente”, indicó.

La investigadora dijo que las aplicaciones de este estudio pueden ser en heridas que no cicatrizan bien o fácilmente, como en casos de úlceras por pie diabético.

También podría aplicar cuando el proceso de sanación es complejo por la alta probabilidad de contaminación que lleva a situaciones como la amputación de alguna extremidad.

Detalló que para este proyecto de investigación están utilizando esa piel de los peces que capturan los pescadores locales y que suelen desecharse.

“Les compramos a los pescadores esa piel del pez que a veces tiran o las escamas de diferentes pescados, vamos a los lugares para comprarlos. De manera particular, estamos trabajando con una medusa no endémica de Yucatán”, explicó.

Relató que con este proyecto han podido caracterizar los biopolímeros que se obtienen a través tanto del material de descarte como de la propia medusa invasora.

Especificó que al momento han probado su efectividad in vitro con células de pacientes nacionales o de la región para observar sus efectos en el cierre de las heridas.

Acotó que ya se encuentran trabajando en modelos en vivo, es decir, en animales de experimentación (ratas de laboratorio), pero están cerca de probar este proyecto en organismos completos.

Indicó que entre lo que resta del presente año y el siguiente, este estudio ya podría pasar a fase clínica, lo que significa observar sus efectos en seres humanos.

Los materiales elaborados a partir de material de descarte o de la medusa invasora son varios y van desde membranas (como una especie de gasa), hidrogeles, aerosoles y películas, en el entendido de que cada herida tiene su propia naturaleza, dependiendo de la profundidad y del origen de la laceración.

La experta señaló que es por eso que estarán trabajando de cerca con los profesionales de la salud, para que una vez llegada la fase clínica sean ellos quienes puedan determinar el mejor material para los pacientes.

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