El meteorólogo Juan Palma Solís informó que durante esta semana que recién empieza, se espera que por las tardes se presenten algunas lluvias y ondas tropicales con pocas posibilidades de desarrollo ciclónico, como un preámbulo a la próxima, la cual traería una canícula debilitada, es decir, este período de calor no sería tan intenso.
Después de la incertidumbre que dejó a su paso la Tormenta Tropical Beryl en la región de Yucatán, y tras el saldo blanco reportado, se espera que en los próximos días se desarrolle con normalidad lo típico de esta época del año: una serie de ondas tropicales sin potencial de desarrollo ciclónico.
El especialista adelantó que, si bien estas ondas tropicales que se irán desarrollando en el transcurso de la semana traerían algunas lluvias vespertinas, estas no serán extraordinarias en relación con lo esperado para esta época del año.
Indicó que, para la mitad de semana, las lluvias darían una tregua al estado; sin embargo, este descanso no sería muy prolongado, ya que se prevé que una segunda onda tropical comience a afectar el estado a partir del jueves.
“Desde el jueves hasta el fin de semana se esperan lluvias más fuertes, debido a que esta onda viene con un elemento que hará sus efectos más fuertes que los esperados al inicio de esta semana”, comentó.
Palma Solís mencionó que los máximos esperados de temperatura rondarán los 37 grados, pero advirtió que estos efectos estarán acompañados de humedad, lo que dará pie a sentir lo que popularmente se llama bochorno.
Recordó que estas son condiciones normales para un verano yucateco, es decir, días con calor y, por las tardes, lluvias. Ambas condiciones combinadas darán pie a lo anteriormente indicado.
El responsable de Meteorología Yucatán destacó que, una vez terminada esta semana, para la próxima empezará la canícula, la cual se puede entender como un período de intenso calor en medio de la temporada de lluvias, el cual se presenta en regiones como la Península de Yucatán, el sur, sureste y algunas partes del centro del país.
En tal sentido, adelantó que la canícula de este 2024 se espera que no sea tan intensa, es decir, tendríamos una sequía intraestival —como también se le conoce— debilitada. Explicó que este período propiciará una especie de barrera temporal anticiclónica; no obstante, las lluvias sí pueden seguir presentándose.
“Los posibles escenarios es que tengamos muy probablemente una canícula debilitada a partir de la siguiente semana”, apuntó.
Palma Solís expuso que lo que sí traerá la canícula de este año es mucho bochorno, debido a temperaturas elevadas, sin que necesariamente sea muy prolongada o que impida la caída de algunas lluvias puntuales.