FOTO: ABRAHAM BOTE

A pesar de ser una obligación, menos del 50% de los vehículos de transporte particular en Yucatán cuentan con un seguro, según la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac). 

En este contexto, y considerando las condiciones climáticas adversas que afectan la región, expertos recomiendan a los conductores contar con este respaldo para proteger su patrimonio.

En Yucatán, el parque vehicular asciende a aproximadamente 900 mil unidades, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). 

Esto significa que alrededor de 450 mil vehículos circulan sin el seguro obligatorio, exponiendo a sus propietarios a riesgos financieros considerables en caso de accidentes o desastres naturales.

Lluvias como las que ha habido en la entidad pueden representar un riesgo para los motores de los vehículos. 

Aunque las aseguradoras están listas para afrontar este tipo de siniestros, hay una serie de cláusulas importantes que se deben conocer para evitar problemas al hacer válido el servicio. Lo más importante: ser prudente y apagar el motor en situaciones de riesgo.

Ricardo Rosado Mañón, vicepresidente de Personas Físicas de AMASFAC, contó a 24 Horas Yucatán que la mayoría de los seguros de cobertura amplia contemplan desbielamiento o daños causados por agua en los vehículos. 

Sin embargo, advirtió sobre el peligro de rechazo del siniestro debido a la agravación del riesgo, que ocurre cuando el usuario voluntariamente ingresa a charcos o áreas inundadas no aptas para el vehículo.

“Aquí tenemos que tener mucho cuidado. Por ejemplo, si vemos una calle inundada con un nivel que comprometa el vehículo, recomendaría evitar en la medida de lo posible pasar por ahí; y si no queda otra opción, hacerlo lento para no dañar el vehículo,” expuso Rosado Mañón.

Si el vehículo presenta algún fallo durante este proceso, la recomendación es apagarlo inmediatamente y llamar a la compañía de seguros para que pueda enviar una grúa y llevarlo a revisión. 

La compañía de seguros podría rechazar el siniestro si se considera una agravación del riesgo, como ingresar a un charco a alta velocidad y no apagar el vehículo tras detectar una falla.

“En estos casos, la compañía de seguros podría rechazar el siniestro porque al momento que el vehículo falla y volvemos a tratar de encenderlo, succiona el agua y se desviela al entrarle al motor”, explicó Rosado Mañón. 

Además, algunos modelos de vehículos como BMW, Mercedes Benz y algunos Mazda, son más propensos a estos daños debido a su sistema turbo en la parte inferior, que facilita la succión de agua.

En Mérida, la Secretaría de Seguridad Pública identificó 27 lugares de inundaciones de calles, de acuerdo con reportes de automovilistas al 911.

Rosado Mañón expiró que el seguro aplica sin problemas si el vehículo se encontraba estacionado cuando subió el nivel del agua y esta ingresó dañando vestiduras o circuitos electrónicos. También en caso de caída de árboles, granizo, o si falla por lluvia mientras circula, siempre y cuando el usuario no haya agravado el daño.

Los vehículos siniestrados de este modo suelen ser pérdida total, aunque en ocasiones es necesario sustituir el motor. 

En estos casos, se cobra, además del deducible, un demérito por tratarse de un motor más reciente que el dañado.

Las sanciones para los propietarios de vehículos que no cuentan con el seguro obligatorio varían, pero generalmente incluyen multas que pueden superar los mil 500 pesos. 

Además, la falta de seguro puede derivar en problemas legales y financieros en caso de accidentes, donde los costos de reparaciones y posibles indemnizaciones deben ser cubiertos íntegramente por el propietario del vehículo.

Juan Manuel Contreras

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *