Desde 1953 hasta el año 2024, es decir, 71 años, solo una mujer ha ocupado la gubernatura de Yucatán por elección popular: Ivonne Ortega Pacheco, quien asumió el cargo en 2007 bajo el partido del PRI. E

Este hecho subraya la notable falta de representación femenina en la máxima posición ejecutiva del estado, según destaca un informe reciente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). 

Aunque Yucatán fue el lugar del primer Congreso Feminista en México, celebrado hace 108 años en el teatro Peón Contreras con la participación de 620 congresistas que abogaron principalmente por la igualdad de género, aún persisten retos significativos para que las mujeres accedan a roles tan relevantes como la gubernatura del estado. 

El IMCO llevó a cabo una investigación innovadora para determinar si existen disparidades en los resultados entre las gobernaturas encabezadas por mujeres y las encabezadas por hombres desde una perspectiva de competitividad estatal en México. 

Junto a Ivonne Ortega Pacheco, se suma Dulce María Sauri Riancho, quien asumió brevemente la gubernatura de Yucatán de manera interina el 14 de febrero de 1991, luego de la licencia solicitada por el entonces gobernador Víctor Manzanilla Schaffer. Designada por el Congreso de Yucatán para ocupar temporalmente el puesto, Sauri Riancho desempeñó estas funciones hasta el 1 de diciembre de 1993. 

En las elecciones más recientes, Vida Gómez del Movimiento Ciudadano fue la única candidata a la gubernatura; lamentablemente, no logró la victoria y otro hombre fue elegido para este importante cargo una vez más. 

En México, persiste el debate sobre si el género del gobernante afecta los resultados de su gestión a nivel estatal. Sin embargo, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), no hay evidencia concluyente que respalde esta hipótesis hasta el momento. 

Desde que se otorgó el derecho al voto a las mujeres en 1953 hasta 2019, solo nueve mujeres habían ocupado el cargo de gobernadora en alguna entidad federativa de México. Con la reforma de paridad y los resultados de las elecciones del 2 de junio de 2024, otras 14 mujeres se suman a esta lista histórica, alcanzando un total de 23 mujeres que habrán ocupado gubernaturas en 17 estados diferentes para finales de 2024. 

Además, según el IMCO, tras las últimas elecciones, habrá 13 gobiernos estatales simultáneamente encabezados por mujeres: Aguascalientes, Baja California, Campeche, Chihuahua, Ciudad de México, Colima, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Morelos, Tlaxcala, Quintana Roo y Veracruz. 

¿Hay diferencias entre los gobiernos de hombres y los de mujeres? 

El estudio del IMCO revela que los gobiernos estatales encabezados por mujeres muestran diferencias significativas en la capacidad de generar ingresos en comparación con aquellos liderados por hombres. 

Los datos indican que, en promedio, la población en estados con gobernadoras tiene medio año más de escolaridad que en aquellos con gobernadores masculinos, lo que puede influir en el desarrollo educativo y laboral de la población local. 

Además, se observa que los estados con liderazgo femenino reportan una recaudación de ingresos estatal más alta, alcanzando un 11.9%, en contraste con el 8.6% en estados liderados por hombres. Este hallazgo sugiere que una mayor recaudación puede proporcionar a los estados una mayor autonomía financiera y una capacidad mejorada para abordar problemas locales de manera más eficaz. 

En términos de salud pública, los estados con liderazgo femenino muestran una mayor disponibilidad de personal médico, con 3.3 médicos o enfermeros por cada mil habitantes, frente a los 2.8 en estados gobernados por hombres. 

También, según el instituto, se observa que la informalidad laboral disminuye en los estados dirigidos por mujeres, alcanzando un 53%, en comparación con el 57% registrado bajo liderazgo masculino. 

En el ámbito económico, el estudio también revela diferencias significativas en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Se encontró que los gobiernos encabezados por mujeres muestran una mayor proporción de mujeres económicamente activas, reflejando un avance en la inclusión laboral femenina y posiblemente una reducción en la brecha salarial de género. Estos hallazgos subrayan el impacto positivo de la representación femenina en la política sobre aspectos clave del bienestar y la economía estatal en México. 

Ante este panorama, el IMCO concluye que “no existen diferencias sustanciales entre los resultados obtenidos por mujeres y hombres en las gubernaturas estatales en términos de competitividad”. 

Los datos recopilados indican que las variaciones observadas son mínimas y no permiten establecer patrones claros que distingan los estilos de liderazgo basados en el género. 

El estudio también sugiere que factores como la experiencia previa, la educación y el contexto sociopolítico pueden tener un impacto más significativo en los resultados gubernamentales que el género per se. Además, se plantea que el género del gobernante puede tener un poder predictivo limitado para explicar las variaciones en los indicadores de competitividad de los estados.

Por Abraham Bote Tun 

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