La Campaña de Descacharrización en Mérida promovida por el Gobierno del Estado concluyó con la recolección de casi 350 toneladas de cacharros y recipientes que acumulan agua, los cuales fueron trasladados al relleno sanitario como medida preventiva contra la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como dengue, zika y chikungunya.

La operación abarcó 263 colonias, 230,720 viviendas, 44 comisarías y colonias alejadas a la periferia de Mérida, cubriendo un área de 11,536 hectáreas. Se estima que estas acciones beneficiaron a un millón 370 mil habitantes.

Para llevar a cabo la campaña, se movilizaron 1,943 personas, 81 vehículos operativos y 340 volquetes. Las labores iniciaron el sábado en la zona sur de Mérida y concluyeron el domingo en la región norte de la ciudad.

Roberto Salas Cetz, residente del norte de la ciudad, participó en la campaña desde temprana hora. 

“Cada año esperamos la campaña para deshacernos de todo esto porque no queremos enfermarnos”, comentó y destacó la importancia de la prevención ante la temporada de lluvias y el consiguiente aumento de mosquitos.

La Secretaría de Salud del estado (SSY) enfatizó que esta campaña forma parte de un plan más amplio de control de vectores. 

Semanalmente, el departamento de control de Vectores ejecuta un plan de nebulización térmica y control larvario en las colonias de Mérida y municipios del interior del estado, utilizando vehículos con maquinaria especializada.

Carlos Isaac Hernández Fuentes, director de Prevención y Protección de la Salud de la SSY, supervisó la operación. Acompañado por Ildefonso Machado Domínguez, director de Salud y Bienestar Social del Ayuntamiento de Mérida.

“Es importante que la gente evite sacar colchones, material de construcción, ropa vieja, maleza, cartón, basura o cualquier otro objeto que no sea un cacharro, es decir, que pueda acumular agua y convertirse en un criadero de mosquitos”, explicó Hernández. Fuentes.

La campaña se dirigió estratégicamente, dividiendo la ciudad en zonas. El sábado se atendió la zona sur, mientras que el domingo se cubrió la región norte. Esta planificación permitió una cobertura eficiente de toda el área metropolitana de Mérida.

La colaboración interinstitucional fue clave para el éxito de la operación. La SSY trabajó en conjunto con el Ayuntamiento de Mérida, coordinando esfuerzos para maximizar el alcance y la eficacia de la campaña.

La campaña también sirvió como plataforma para la educación pública. Se proporcionarán instrucciones específicas a los ciudadanos sobre los tipos de objetos que debían desechar, contribuyendo así a la eficacia de la operación y la concientización sobre la prevención de enfermedades transmitidas por mosquitos.

El impacto cuantitativo de la campaña se refleja en las casi 350 toneladas de cacharros y recipientes recolectados. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la importancia de realizar estas acciones de manera regular.

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