Fotografía: Cortesía

En Yucatán se reciben mil 632 reportes de quejas y asesorías por fraudes a usuarios bancarios cada mes, en promedio, de acuerdo con datos de Condusef

De enero a abril de este año la institución recibió seis mil 530 reportes en los cuatro meses, informó José Alberto Pinto Escamilla, titular de la unidad de atención a usuarios de Condusef.

Aunque los reportes realizados vía ventanilla de la institución en las puertas de Gran Plaza, van en decremento, la cifra en general sí ha registrado un aumento importante en la cifra general debido a que también se han disparado los reportes por fraudes cometidos por dispositivos electrónicos: llamadas telefónicas, mensajes de texto, correos electrónicos, redes sociales, etc.

La cifra de quejas vía electrónica va en aumento, ya que en el mismo periodo de enero a abril del año pasado recibieron tres mil 732 reportes, es decir un promedio mensual de 933  casos y en este año, van cuatro mil 032 tan sólo en estos primeros cuatro meses del año, es decir mil 008 fraudes cada mes en el Estado.

“Han aumentado todas las que son de manera electrónica y allá es donde tenemos que tener un poquito más de precaución. Este último año hemos visto que han crecido los fraudes a través de las llamadas telefónicas, mensajes de texto, mensajes por WhatsApp o, en su caso, a través del correo electrónico donde muchas veces te mandan una liga o enlace”, precisó.

Detalló que en el caso de mensajes de texto o WhatsApp, o a través de correos electrónicos, envían una liga o enlace donde brindan información aparentemente confiable de la institución financiera donde uno es cliente.

“Muchas veces, al momento de abrir esa liga, ya nos lleva a una página aparentemente confiable, pero falsa, prácticamente un espejo de la entidad financiera, y procedemos a proporcionar nuestra información secreta, o a través de las llamadas telefónicas, donde hay que tener un poco más de cuidado, porque son personas que realmente son ‘delincuentes profesionales’ con un trato muy amable”, señaló.

El funcionario explicó que por medio de la llamada telefónica los delincuentes se van ganando la confianza de la víctima “y nos van llevando poco a poco donde ellos quieren que caigamos y demos algún tipo de información o bajemos algún tipo de aplicación, lo que significa que a veces hay aplicaciones que bajamos a nuestro teléfono celular y ahí es donde les damos una puerta de entrada para que vean no solamente la cuenta de algún tipo de institución financiera, sino que toda la información que tiene nuestro equipo telefónico”.

“Entonces ahí hay que tener mayor precaución porque equivale a abrirle la puerta al delincuente y, una vez que lo dejamos entrar, pueden generar un caos en la economía de las personas, porque además de que se pueden llevar todo el dinero de la cuenta, pueden contratar un crédito de miles de pesos”, precisó.

Pinto Escamilla reiteró que es importante no contestar llamadas que no estén en los contactos y, si se toma la llamada, no se debe decir nada hasta que el interlocutor se identifique y ahí sin decir palabra alguna colgar, porque a veces solo con decir ‘bueno’, se identifica la voz que, con aplicarle Inteligencia Artificial, se puede imitar y reproducir lo que se guste, sin que el de la voz original lo sepa.

También recomendó familiarizarse con el uso de la aplicación electrónica bancaria, que se puede solicitar en el mismo banco (evitar bajarla de Internet) y con ella se tiene un control de los movimientos de las tarjetas o cuentas al momento.

En cuanto a las asesorías, informó que hay usuarios que solamente van a preguntar por un determinado tipo de producto, o a lo mejor si les conviene o no contratar con algún tipo de institución financiera, o si es competencia nuestra o no. 

“También vienen por su buró de crédito y se les da una pequeña asesoría”, agregó.

Sobre las reclamaciones contra instituciones financieras formales, Pinto Escamilla reveló que las quejas sobre reclamaciones ya llegaron aproximadamente a dos mil 500 de enero a abril y están dirigidas principalmente a la Banca Múltiple, y a los dos principales productos que son las tarjetas de crédito y las tarjetas de débito.

Comparado con el año pasado, estas reclamaciones de manera presencial han venido a la baja y es por casos en los que se presentan cargos no reconocidos de una manera presencial, que han disminuido.

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