Las calles de Mérida se vistieron de cultura, arte y talento en la edición 17 de La Noche Blanca “Aprender es la belleza de vivir”, en la cual se lograron 80 mil experiencias culturales.
La luna llena como testigo y el buen clima que imperó el 24 y 25 de mayo en la capital yucateca lograron que las familias salieran de sus casas a recorrer las calles en busca de diferentes opciones culturales y artísticas.
Con estas dos noches de actividades, Mérida mostró ser un referente de cultura viva local e internacional, en el que las familias y los visitantes convivieron en paz en el espacio público, se llevaron nuevos aprendizajes y disfrutaron de diferentes manifestaciones artísticas.
El alcalde de Mérida, Alejandro Ruz Castro informó que la pasada Noche Blanca se lograron 70 mil experiencias por las calles, mientras que en la Víspera hubo unas diez mil gracias al interés de las y los visitantes y al turismo en las diferentes actividades programadas.
En esta edición participaron mil artistas locales e internacionales en más de 300 actividades en 72 sedes de la ciudad.
Por primera vez en una edición de La Noche Blanca se contó con la participación de grupos de Tizimín, Ticul, Valladolid, Progreso y de Kanasín, que compartieron talento y la riqueza cultural que caracteriza a la entidad con trova, teatro y música en una gran fiesta regional. El Corredor Gastronómico de la 47 fue ocupado por el colorido desfile de Alebrijes, al que se sumaron la Charanga y el Ballet Folclórico de Dzidzantún.
Elementos de la Policía Municipal apoyaron para que las personas disfrutaran de manera segura por las calles y en las diversas actividades.
En las galerías participantes en la Víspera y La Noche Blanca fue común el ir y venir de personas, la mayoría curiosas por conocer las diferentes exposiciones de pintura, escultura, fotografía y gráfica expuestas, así como otras actividades culturales que algunos espacios agregaron a su oferta, como música en vivo, performances y proyección de documentales.
La Noche Blanca sirvió de marco para la apertura de nuevas exposiciones de arte que se sumarán a la dinámica cultural de Mérida durante los siguientes meses, con obras de Efrén Maldonado y David Mex, una colectiva curada por Alberto Arceo y obra gráfica de Fernando Castro Pacheco.
De los sitios más concurridos, el Remate del Paseo de Montejo recibió a unas 16 mil personas atraídas por la música de rock en vivo, las luces de colores y la destreza e intrépida actuación de la compañía Voalá en el espectáculo de teatro aéreo “Muaré Experience”, que se presentó en dos ocasiones.
En el parque de San Sebastián, el Grupo Niche puso a bailar a 15 mil personas con sus ritmos de salsa colombiana. Quienes llegaron a esta sede también disfrutaron del show de drones.
Jóvenes y familias aprovecharon la oferta de los bazares creativos y también se llevaron a casa 500 árboles frutales de diferentes especies que la Unidad de Desarrollo Sustentable ofreció en el parque de Santa Ana, sede donde también cautivaron con sus ritmos X Alfonso, Los Gaiteros de San Jacinto, Los que Tocan y Los Vikingos del Norte, estos últimos con sus tubas y acordeones.
El talento local fue otro de los grandes invitados y concurridas como la presentación de la Orquesta Infantil y Juvenil del Ayuntamiento de Mérida, la Orquesta de Cámara y la Orquesta La Paulina, así como Melo Collí, Calavera Show, Chico y su grupo.
Uno de los eventos que congregó a audiencias juveniles fue el festival “Áurea. Vol II” en el Parque de la Paz. Atraídos por la música electrónica, paletas de sonido y proyecciones digitales, los jóvenes esperaron la actuación estelar Hot Chip Dj Set. Antes de la actuación de grupo también se presentaron por Diguital Trip, Robe, ARTW y Josué Josué.
La dinámica cultural de La Noche Blanca también se extendió a diferentes espacios educativos como la Universidad de las Artes de Yucatán, el CAHAD, la Facultad de Arquitectura de la UADY y espacios de la Sedeculta, donde tanto estudiantes como compañías invitadas presentaron diferentes propuestas de arte.
Como cada edición del programa cultural, La Noche Blanca también tuvo riquezas culinarias gracias a la sinergia lograda con más de 80 oferentes gastronómicos que se sumaron a la velada, entre estos restaurantes afiliados a la CANIRAC Yucatán, las cocinas auténticas, bares con arte y los food trucks que reportaron buenas ventas.
La noche del viernes 25, la Víspera fue una noche para caminar las calles, aprovechar los recorridos históricos por barrios, esquinas e incluso conocer más sobre el parque de La Plancha, hacer ejercicio en la Biciruta Nocturna, a la que asistieron unas seis mil personas.
Otro elemento de innovación fue el programa de charlas y entrevistas con actores culturales, en el marco del nombramiento que tiene Mérida como Ciudad del Aprendizaje de la Unesco.
A 11 años de su primera edición, La Noche Blanca de Mérida sigue revitalizando el espacio público y siendo un detonante para la ciudad, el turismo, el sector restaurantero y para la cultura y las artes.