Un aumento del 27% en las tarifas eléctricas desde el inicio de la actual administración federal ha puesto en jaque las finanzas de muchos hogares en el estado de Yucatán.
La noticia fue expuesta ante el Congreso del Estado por la diputada panista, Manuela Cocom Bolio, preocupados por el impacto de este encarecimiento en el poder adquisitivo de las familias.
“Las tarifas eléctricas representan un gasto fijo para los hogares y un incremento de tal magnitud implica que ahora se destine una mayor porción de los ingresos familiares al pago de este servicio básico y reduce automáticamente el presupuesto disponible para cubrir otras necesidades fundamentales como alimentos, medicinas, educación y transporte”, señaló.
Para familias de bajos recursos, agregó, este aumento ha sido particularmente difícil de sobrellevar. Muchas se han visto obligadas a realizar recortes en otros rubros o incluso a contraer deudas para poder pagar las cuentas de electricidad. En casos extremos, algunas familias han optado por racionar el consumo eléctrico, con las consecuentes afectaciones a su calidad de vida.
Representantes de organizaciones civiles han expresado su preocupación por las implicaciones que este encarecimiento del servicio eléctrico puede tener en la salud y el bienestar de los sectores más vulnerables.
La electricidad es fundamental para mantener los hogares a una temperatura adecuada, almacenar alimentos y medicamentos de forma segura, y acceder a información y entretenimiento.
Pero el impacto no se limita a las familias. Expertos en economía, del Colegio de Contadores, advierten que cuando los hogares deben destinar una mayor parte de su presupuesto al pago de servicios públicos, se reduce su capacidad de consumo de otros bienes y servicios.
Esto podría frenar la actividad comercial y el desarrollo económico local.
Ante este panorama, legisladores han alzado la voz exigiendo medidas urgentes por parte de las autoridades energéticas. Argumentan que un servicio tan esencial no debería convertirse en un lujo inaccesible para gran parte de la población. Piden acciones concretas para reducir las tarifas, especialmente para el consumo básico de electricidad.
Las autoridades se enfrentan al reto de encontrar un equilibrio entre la necesaria inversión en infraestructura y producción de energía, y la protección del poder adquisitivo de los ciudadanos.
Deberán analizar a fondo las causas del incremento y explorar alternativas que garanticen un suministro eléctrico confiable a precios asequibles. Pero el impacto trasciende el ámbito doméstico.
Expertos en economía advierten que cuando los hogares deben destinar una mayor parte de su presupuesto al pago de servicios públicos, se reduce su capacidad de consumo de otros bienes y servicios. Esto podría frenar la actividad comercial, el empleo y el desarrollo económico local a mediano plazo.
Las autoridades energéticas se enfrentan al reto de encontrar un equilibrio entre la necesaria inversión en infraestructura y producción de energía, y la protección del poder adquisitivo de los ciudadanos. Deberán analizar a fondo las causas estructurales del incremento tarifario y explorar alternativas que garanticen un suministro eléctrico confiable a precios asequibles para la población.
24 Horas Yucatán