Desde hace varios años, Mérida ha experimentado un aumento significativo en las temperaturas máximas, lo que ha llevado a que se la denomine una “isla de calor”. Este fenómeno se ha intensificado en los últimos tiempos, alcanzando récords de calor que han puesto en alerta a la población.
El pasado 9 de mayo, Mérida rompió su récord absoluto de temperatura máxima extrema, llegando a alcanzar los 43.7 °C.
Esta situación se atribuye principalmente al crecimiento urbano descontrolado, que ha visto cómo la expansión de la ciudad ha absorbido áreas que antes estaban destinadas a la vegetación y la naturaleza.
El Observatorio Meteorológico de Mérida de la CONAGUA ha registrado un aumento constante en las temperaturas extremas, rompiendo el récord en tres ocasiones en los últimos 15 años.
Este incremento se debe, en gran medida, al efecto de isla de calor generado por la urbanización y la deforestación.
Las islas de calor se caracterizan por una marcada diferencia de temperatura entre las zonas urbanas y sus áreas periféricas con mayor vegetación.
En Mérida, la expansión de la plancha de concreto y la deforestación han exacerbado este fenómeno, provocando un aumento en las temperaturas en la ciudad.
Es fundamental tomar medidas para contrarrestar esta situación. La habilitación de más áreas verdes y la reforestación son acciones clave para regular las altas temperaturas y el crecimiento de la isla de calor. Los árboles y las plantas ayudan a crear entornos más frescos al proyectar sombra y evitar la absorción excesiva de calor.
Si no se toman medidas adecuadas, el aumento de la isla de calor en Mérida podría tener consecuencias graves para la salud de sus habitantes.
Por ello, es crucial impulsar un crecimiento urbano ordenado y equilibrado que respete el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente.
La instalación de nuevas estaciones meteorológicas en la ciudad ha revelado temperaturas superiores a los 45 °C en algunas zonas urbanizadas, lo que subraya la urgencia de actuar ante esta problemática.
Devolverle espacio a la naturaleza y promover la siembra de árboles y plantas es una tarea que todos podemos asumir para contribuir a mitigar el impacto de la isla de calor en Mérida.
Fuente: Meteorología YUCATÁN