Luego de los estragos causados por los huracanes Gilberto e Isidoro aún en la memoria colectiva, Yucatán se prepara para enfrentar la inminente temporada de ciclones tropicales con un plan integral que abarca desde sistemas de alerta temprana hasta la coordinación con las Fuerzas Armadas mexicanas.

Según las previsiones de la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy), la región podría ser azotada por 23 tormentas con nombre, de las cuales 11 alcanzarían la categoría de huracanes.

“El Atlántico tropical y subtropical oriental y central están mucho más cálidos de lo normal, lo que favorece una temporada muy activa”, explicó Enrique Alcocer Basto, titular de la dependencia.

La franja costera de Yucatán es vulnerable ante el embate de los ciclones tropicales debido a los peligros de crecientes en el nivel del mar, oleajes y vientos, es una de las zonas que recibirá mayor atención.

Ahí se ubican los municipios de Celestún, Hunucmá (Sisal), Progreso (Chuburná, Chelem y Chicxulub Puerto), Ixil, Telchac Puerto, Sinanché, Yobaín, Dzidzantún y Dzilam de Bravo. También figuran los municipios costeros del oriente: San Felipe, Río Lagartos y Tizimín (Las Coloradas), todas ellas expuestas a los efectos adversos de los ciclones.

En el sur, localidades como Tekax, Tzucacab y Peto y al poniente Maxcanú, Halachó y Opichen suelen tener inundaciones por lluvias moderadas, creando una suerte de escalonamiento en el riesgo.

“Por experiencia, podemos asegurar que esa zona es de gran atención por las inundaciones”, afirmó el funcionario, recordando la destrucción que ha tenido la entidad con estos fenómenos meteorológicos.

En 1988, Gilberto, un monstruoso ciclón categoría cinco con vientos sostenidos de 280 km/h, tocó tierra en Cozumel provocando daños generalizados en la Península de Yucatán. Catorce años después, en 2002, Isidoro, aunque de menor intensidad, causó extensas afectaciones en la zona costera norte debido a las fuertes lluvias e inundaciones.

Estas experiencias han servido como catalizador para forjar un robusto plan de preparación que abarca desde la modernización de los sistemas de alerta temprana hasta el fortalecimiento de la infraestructura, pasando por programas de educación para fomentar una cultura de prevención.

Trabajo en equipo

“No podemos bajar la guardia. El clima cambia y nosotros nos adaptamos a ello”, enfatizó Alcocer Basto.

“Cada año, el programa estatal de ciclones tropicales es revisado y actualizado con las experiencias y nuevas herramientas o estrategias que pudieran surgir”, agregó.

Yucatán tiene mil 223 refugios anticiclónicos distribuidos estratégicamente en el territorio. De estos, mil 178 son temporales municipales y 45 son refugios estatales.

Entre las medidas implementadas destaca la adquisición de equipamiento tecnológico de vanguardia para la detección y monitoreo de ciclones, incluyendo radares y estaciones meteorológicas.

Sostuvo que la población ya está consciente de que vive en una región geográfica propensa al embate cada año de los ciclones tropicales, de ahí que está preparada para responder y actuar de manera participativa, y con la experiencia acumulada.

Procivy dispone de bases desconcentradas en Mérida, Motul, Tizimín, Valladolid y Tekax con recursos humanos capacitados los que, junto con el personal de las unidades municipales de Protección Civil, están listos para actuar en el momento que sea necesario con los equipos, vehículos y el equipamiento de la red de albergues.

Aseguró que el Sistema Estatal de Protección Civil puede ser convocado cuando sea oportuno a fin de disponer y coordinar los recursos humanos y materiales necesarios para atender cualquier contingencia con apoyo de las entidades de los tres órdenes de gobierno, las fuerzas armadas e instituciones como la Cruz Roja y empresas privadas

En este esfuerzo, las autoridades estatales han establecido una estrecha colaboración con organizaciones de ayuda humanitaria, el sector privado y, de manera crucial, con las Fuerzas Armadas mexicanas a través del Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre (Plan DN-III-E).

“Es importante la disponibilidad de este plan operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional para que el Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos puedan apoyar en las tareas de auxilio, de manera conjunta con la Armada de México”, explicó el titular de Procivy.

Expresó Alcocer Basto que si bien el camino ha sido arduo, las lecciones aprendidas de Gilberto e Isidoro han dejado en claro la importancia de la preparación constante, la actualización permanente de los planes de emergencia y la comunicación efectiva y transparente con la población.

“La solidaridad de la comunidad y la colaboración entre diferentes sectores fueron claves para la recuperación del estado tras el paso de Isidoro”, recordó Alcocer Basto.

El funcionario dijo que con un plan integral Yucatán enfrenta la inminente temporada de huracanes con la determinación firme de proteger a su pueblo y minimizar el impacto de estos fenómenos naturales.

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