Bajo un sol radiante, la llama olímpica realiza un desfile marítimo en la costa marsellesa este miércoles, antes de desembarcar por la noche en el puerto de la ciudad mediterránea ante unas 150.000 personas, cien años después de los últimos Juegos celebrados en Francia.
El Belem, un velero con un siglo de historia, llegó por la mañana a Marsella y fue recibido por las gaitas, sirenas y cláxones de las 1.024 embarcaciones que salieron a su encuentro, entre ellas un portacontenedores gigantesco “vestido” con los colores de los Juegos de París-2024.
Tras el desfile por toda la costa marsellesa, está previsto que el Belem entre en el puerto sobre las 17h00 GMT, por el mismo sitio por donde los marinos griegos llegaron hace 2.600 años y fundaron Massalia.
“La llegada de la llama a Marsella es muy simbólica, esta ciudad focense fundada por los griegos es un símbolo de nuestra amistad y de nuestros lazos culturales comunes”, destacó el embajador de Grecia en Francia, Dimitrios Zevelakis, recordando que desde la antigüedad, los Juegos son “una oportunidad para la paz”.
A 79 días de la inauguración
La llama olímpica llega a Marsella 79 días antes del inicio de los Juegos de París-2024 (del 26 de julio al 11 de agosto) en medio de un importante dispositivo de seguridad.
En los últimos días, se inspeccionaron los cerca de 3.000 barcos amarrados en el puerto de Marsella y cerca de 8.500 miembros de las fuerzas de seguridad y emergencias velarán para que el evento se celebre sin la menor incidencia.
Todos los hoteles del centro de la ciudad están completos desde hace días.
A su entrada al puerto, el Belem será recibido por unas 150.000 personas, entre ellas el presidente francés Emmanuel Macron, con fuegos de artificio de “confetis reciclados biodegradables”, por la música de la Orquesta Filarmónica de Marsella y por las imprescindibles banderolas que los hinchas del Marsella despliegan en el estadio del Velódromo en cada partido que juega su equipo.
Manadou, primer relevista en Francia
Sobre las 17h40 GMT, la llama desembarcará del Belem a manos del campeón olímpico de natación Florent Manadou, originario de Marsella, que será el primer portador de la antorcha en territorio francés.
Manadou desembarcará a través de un pontón con forma de pista de atletismo, una imagen simbólica que será vista por 1.000 millones de telespectadores en todo el mundo.
“El miércoles por la noche, Marsella será el centro del mundo”, declaró orgulloso el alcalde de la ciudad Benoît Payan en una entrevista el martes en La Provence, uno de los principales diarios de la región.
Lo que se desconoce aún es la identidad de la persona encargada de encender el pebetero que permanecerá alumbrado toda la noche hasta que el jueves por la mañana se inicie realmente el relevo de la antorcha por todo el territorio francés.
Pese a la masiva presencia de marselleses para recibir a la llama olímpica, muchos de ellos madrugaron para tener las mejores posiciones, el entusiasmo no es unánimo.
Manifestaciones anti-Juegos
Un millar de personas se manifestaron a primera hora de la tarde para denunciar los “Juegos Olímpicos para ricos”, con graves consecuencias mediambientales y pedir la exclusión de Israel de los Juegos, por su actuación en Gaza, tal como se hizo unas décadas antes con la Sudáfrica del apartheid.
Tras llegar a Marsella y ‘descansar’ en un pebetero ubicado en el estadio del Velódromo, la llama comenzará el jueves un periplo que debe conducirla a París el 26 de julio.
Este largo “relevo de la llama”, partirá de madrugada desde la basílica de Notre-Dame de la Garde, donde se encuentra la imagen de la Virgen dorada que domina toda la ciudad, y a lo largo de las próximas semanas pasará por lugares emblemáticos como el viaducto de Millau, los castillos del Loira, las playas del Desembarco o el monte Saint-Michel.
Los organizadores de París-2024 esperan que la llegada de la llama sirva para aumentar el entusiasmo de los franceses por un evento “espectacular” e “icónico”, según han prometido sus promotores.
“Es algo por lo que llevamos mucho tiempo esperando. Cien años después de los últimos Juegos. Los Juegos vuelven a casa”, aseguró el lunes el jefe del comité organizador Tony Estanguet.
AFP