El obispo auxiliar de Yucatán señaló que existe un déficit de sacerdotes.
El obispo auxiliar de Yucatán Pedro Mena Díaz declaró que en Yucatán hay un déficit de sacerdotes; los párrocos de los diferentes templos católicos ya son adultos mayores por lo que se necesita la renovación de estos líderes religiosos, la idea es captar el interés de los jóvenes para que dediquen su vida al sacerdocio.
El prelado explicó que el panorama para las votaciones sacerdotales y religiosas es muy variado en México, debido a su extención territorial, así como los diferentes contextos, no obstante, si se podría hablar del centro de religiosidad en el país, este se localiza en los estados de Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, ya aún existen familias numerosas y con arraigadas creencias en la fe católica.
Sin embargo, este panorama va cambiando en otros puntos del país, ya que en estados fronterizos como Baja California, Sonora, Chihuahua y en la Península de Yucatán la tendencia es completamente la contraria, es decir, el catolicismo está menos arraigado.
“Tenemos una escasez de sacerdotes en Yucatán, Campeche, Quintana Roo, ya no tenemos los números de hace mucho tiempo. Este año se ha visto con mucha esperanza, ya que después de la pandemia, de un trabajo de reflexión, de convocación para adolescentes y jóvenes, logramos 20 candidatos -a sacerdotes-“, destacó.
Mena Díaz señaló que en Yucatán el número de jóvenes que aspiran a ser sacerdotes, suele variar año con año, de tal suerte de que el año pasado tenían únicamente 5 candidatos, cifra que contrasta con la de este año, ya que hay 20.
El obispo auxiliar externó que la necesidad en Yucatán en grande para tener sacerdotes ya que al momento y solo en la ciudad de Mérida es necesario al 25 de ellos. También dijo que habría considerar que muchos párrocos en la entidad que ya son adultos mayores, por lo que la renovación de esos puestos es inminente.
Relató que en la historia de la iglesia católica han habido momentos de muchas vocaciones sacerdotales, otros de poca y es el caso que impera en la actualidad. Eso sí, comentó que tienen la esperanza de que las juventudes se interesen cada vez más en la vida secular.
“Lo que tenemos que trabajar es en la fe de las familias, porque es la primera transmisora de la fe, nos hacen falta sacerdotes”, sentenció.