Cada año, el Equinoccio de Primavera marca un momento especial en el calendario astronómico y cultural, especialmente en México, donde se fusionan la observación del cosmos y las antiguas tradiciones de la civilización maya.
El Equinoccio, un fenómeno astronómico que ocurre dos veces al año, trae consigo la llegada de la Primavera en el hemisferio norte y el otoño en el hemisferio sur.
En 2024, el Equinoccio de Primavera está programado para el 20 de marzo, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. En Yucatán, será esta noche (19 de marzo) a las 21:06 horas.
Uno de los lugares más emblemáticos para presenciar este evento en México es Chichén Itzá, donde miles de visitantes se congregan para admirar el espectáculo.
Durante el Equinoccio de Primavera, las sombras juegan un papel crucial en la pirámide de El Castillo, creando la ilusión de una serpiente descendiendo por la estructura, un fenómeno cuidadosamente diseñado por los antiguos mayas.
Otro sitio destacado es Dzibilchaltún, donde la arqueo-astronomía cobra vida. En los días cercanos al equinoccio el Templo de las Siete Muñecas se convierte en escenario de luz y sombra.
El sol se alinea con la puerta del Templo, iluminándola con un resplandor especial y revelando la destreza de los antiguos mayas en la integración de la astronomía en su arquitectura.
Para los mayas, el Equinoccio de Primavera tenía un significado profundo, marcando el inicio de la siembra y simbolizando el renacimiento de la naturaleza. Su conocimiento preciso de los movimientos celestes se refleja en estos monumentos, mostrando cómo la astronomía estaba entrelazada con su vida diaria y su cultura agrícola.
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