Greenpeace hizo un llamado este lunes a los gobiernos del mundo para que conserven las zonas de altamar como dicta un tratado de Naciones Unidas y pidió crear la primera reserva marina protegida junto al archipiélago ecuatoriano de Galápagos.
En medio de una expedición científica en las islas acompañada por periodistas de la AFP, la organización explicó que “fuera de la zona protegida de Galápagos, las flotas pesqueras industriales siguen saqueando los océanos”, de acuerdo a un boletín.
Las megadiversas aguas internacionales no pertenecen a un país en particular lo que dificulta su conservación.
El año pasado 80 países firmaron en Naciones Unidas el Tratado Global de los Océanos con miras a proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales, pero solo Chile y Palau lo han ratificado.
Para que entre en vigor, al menos 60 gobiernos deben incluirlo en su legislación nacional, explicó Greenpeace.
Cuna de la teoría de la evolución, Galápagos “es uno de los mejores ejemplos de protección marina de la Tierra” donde existe una “superautopista migratoria” primordial para la vida marina, señaló la organización.
El gobierno ecuatoriano creó en 1998 la reserva marina de Galápagos y hoy sigue siendo un oasis de biodiversidad con al menos 2.900 especies marinas, de las cuales el 25% son endémicas con numerosos delfines, ballenas lobos marinos y tortugas gigantes que le dieron nombre al archipiélago.
Fuera de los límites de la reserva marina, el océano sigue abierto a la pesca industrial destructiva lo que puede traer consecuencias nefastas para la vida marina, advirtió Greenpeace.