El pasado 23 de enero de 2024, las comunidades de Suc Tuc, Hopelchén y Crucero Oxa, en el estado de Campeche, vivieron un suceso devastador que impactó a los apicultores locales y al mundo entero.
Una intoxicación masiva de abejas, a causa de fumigaciones con sustancias altamente peligrosas en el municipio ha dejado secuelas de destrucción en la apicultura de la región, generando preocupantes consecuencias económicas y ambientales.
Según un informe preliminar elaborado por Jaime González Tolentino, Eric Vides Borrell y Rémy Vandame, al menos 22 apiarios resultaron afectados, con un total de 516 colmenas perjudicadas.
Esta tragedia no solo ha ocasionado la pérdida de millones de abejas, sino que también ha implicado una significativa pérdida de empleo rural, calculada en 3,630 días, y pérdidas económicas que ascienden a 2,467,352 pesos mexicanos.
El contexto de este desastre se relaciona con un evento similar ocurrido en el municipio de Hopelchén el año anterior, que dejó 3,365 colmenas afectadas y pérdidas económicas millonarias. Este nuevo episodio, apenas un año después, resalta la gravedad del problema y la urgencia de tomar medidas para proteger a las abejas y a los medios de vida de los apicultores.
Los investigadores, en colaboración con autoridades locales y organismos como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), han iniciado un riguroso proceso de análisis para determinar las causas de esta intoxicación. Se están realizando pruebas de laboratorio para identificar el insecticida responsable y estudios sobre la distribución geográfica de los apiarios afectados.
Además del impacto directo en la apicultura, esta tragedia plantea preocupaciones ambientales, especialmente en lo que respecta a la polinización de cultivos agrícolas. Las abejas juegan un papel crucial en este proceso, y su pérdida podría tener consecuencias devastadoras en la seguridad alimentaria y la biodiversidad de la región.
A pesar de la suspensión definitiva de fumigaciones con sustancias peligrosas en el municipio, los apicultores han constatado la presencia de estas sustancias en campos de sorgo pertenecientes a privados y empresas transnacionales. La mortalidad masiva de polinizadores ha generado preocupación entre los pobladores, quienes señalan los impactos ambientales, sociales y económicos derivados de prácticas agroindustriales sin control ni supervisión gubernamental.
Durante una rueda de prensa llevada a cabo el 24 de enero, los apicultores exigieron una respuesta inmediata de la PROFEPA para verificar las afectaciones, recoger muestras de abejas para análisis y proceder legalmente contra los responsables. Asimismo, instaron a la regulación y prohibición de prácticas agrícolas perjudiciales para la salud humana y la biodiversidad.
Por Abraham Bote Tun