Colombia está incursionando en la generación de energía a partir del calor proveniente de los volcanes, una nueva alternativa que promete ser una fuente renovable con bajo impacto ambiental. Dos proyectos de generación geotérmica se encuentran actualmente en fase exploratoria y de explotación en los departamentos de Caldas y Casanare.
Según el geólogo Julián López, vicepresidente de la Asociación Colombiana de Geotermia, en las zonas volcánicas del país es probable encontrar altas temperaturas cerca de la superficie, lo que hace factible la generación de energía. Estos proyectos se enmarcan en el “Cinturón de fuego del Pacífico”, una región con numerosos volcanes activos que atraviesa varios países.
La generación de energía geotérmica implica la perforación de la tierra para acceder a reservas de agua calentadas por el calor subterráneo, las cuales se transforman en vapor y mueven turbinas que generan electricidad.
Este proceso se ha perfilado como una opción estable y constante en comparación con otras fuentes de energía renovable como la eólica y la solar.
En el pasado, Colombia había explorado este tipo de energía, pero proyectos anteriores se vieron afectados por la tragedia de Armero en 1985 y otros desafíos financieros y técnicos. Sin embargo, actualmente, el país está retomando estas iniciativas con mayor fuerza y avanzando en la viabilidad de proyectos geotérmicos.
El primer proyecto, ubicado en Villamaría, Caldas, liderado por la empresa Geotérmica Andina SA, busca generar electricidad para atender la demanda local y nacional. Mientras tanto, en Casanare, la compañía canadiense Parex Resources está explorando la generación de energía geotérmica como una forma complementaria a su actividad principal de extracción de petróleo.
A pesar de los beneficios ambientales de la energía geotérmica, los proyectos enfrentan desafíos financieros y técnicos, así como preocupaciones sobre su impacto ambiental. Sin embargo, los investigadores aseguran que con protocolos adecuados y una ejecución rigurosa, es posible minimizar los riesgos y aprovechar al máximo esta valiosa fuente de energía renovable en Colombia.
Este artículo fue producido con el apoyo de Climate Tracker América Latina