Un tercio de las calles de la capital estatal están dañadas por baches o cuarteaduras, reconoce el Ayuntamiento de Mérida. De acuerdo con los datos del municipio, poco más de 3 mil 550 kilómetros de calles pavimentadas en la ciudad, alrededor de una tercera parte, unos mil 100 kilómetros, presentan algún tipo de deterioro.
Según las autoridades, desde 2022 se tapan cada mes alrededor de 100 mil baches de diversas magnitudes, y descartan que el material sea de baja calidad, sino que las intensas lluvias provocan y aceleran el deterioro.
Cada año el Ayuntamiento destina cerca de 50 millones de pesos para la compra de material de bacheo como es concreto asfáltico caliente y emulsión asfáltica.
Además, cuando se presenta el agrietamiento en el asfalto, el tránsito de transporte pesado eleva los daños.
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento por bachear las calles, el problema parece no tener una solución definitiva. En un reportaje publicado por 24 HORAS YUCATÁN el 29 de enero pasado, se evidenció que las calles y avenidas de Mérida se han convertido en un campo de obstáculos, lleno de trampas mortales para quienes transitan por ellas. A un mes de ese reportaje, las condiciones de la ciudad siguen igual.
Los baches tienen diversas consecuencias negativas, como el daño a los vehículos, los accidentes de tránsito y las lesiones a las personas que caen en ellos.
El Ayuntamiento de Mérida ha implementado diversas medidas para combatir el problema, como su Programa de bacheo, que se realiza de manera permanente. Sin embargo, la diputada federal Cecilia Patrón advierte que la solución definitiva requiere una inversión mayor.
Patrón propuso en diciembre de 2022 que la Federación destine una partida especial de 10 mil millones de pesos anuales para ayudar a los municipios a combatir el problema de los baches.
Es importante que todos los ciudadanos se involucren en la búsqueda de soluciones a este problema. Solo con un esfuerzo conjunto entre el Ayuntamiento, la población y los expertos se podrá lograr que Mérida tenga calles seguras y en buen estado.
Fernando Hernández Valencia, conductor entrevistado por este periódico, aseguró que cada día enfrenta una batalla en las calles de Mérida.
“Los baches no sólo dañan mi vehículo, sino que también afectan mis ingresos. Entre reparaciones constantes y pérdida de tiempo, la lucha es interminable. Necesitamos soluciones reales antes de que esta situación nos ahogue por completo”, apuntó.
Los ciclistas y motociclistas son particularmente vulnerables, ya que un encuentro inesperado con un bache puede resultar en lesiones graves. Además, los peatones también corren peligro, ya que los baches mal reparados pueden causar tropiezos y caídas.
María Gómez, ciclista, asegura que los baches son una pesadilla constante.
“Cada vez que salgo a la calle, tengo que estar alerta para esquivar estos obstáculos. Pero a veces es inevitable chocar contra uno, lo que resulta en caídas y lesiones. Necesitamos calles seguras para poder disfrutar de la ciudad en bicicleta”, indicó.
Esta situación afecta desproporcionadamente a aquellos que dependen del transporte público y caminan para desplazarse. Para ellos, los baches representan obstáculos diarios que dificultan la accesibilidad y ponen en peligro su seguridad.