Cuando la industria manufacturera de exportación está viviendo sus mejores momentos en el país al ser el principal proveedor de divisas, con casi 600 mil millones de dólares al año, en la aduana de Progreso se ha generado un cuello de botella y tortuguismo tanto para la industria local que envía cientos de contenedores al exterior, como los que vienen con productos de importación, denunció Alejandro Guerrero Lozano, presidente de la Asociación de Maquiladoras de Exportación de Yucatán (Index).
Explicó que el año pasado se enteraron de una orden a nivel central en el país en la que todos los contenedores que lleguen a la terminal portuaria debían ser escaneados con equipo de rayos equis y concienzudamente por parte de la Aduana Marítima, que ahora está bajo control y operación de la Secretaría de Marina (Semar).
“Esta nueva medida generó problemas, porque el trámite se volvió lento y, por ende, aumentó en los costos para los exportadores por las maniobras de carga”, dijo el directivo.
Recordó que este cuello de botella se agudizó a finales de octubre y principios de noviembre, lo que hizo que tanto las empresas afectadas como los directivos de esta asociación nos reuniéramos con las autoridades de aduanas y gobierno.
“El tránsito de un contenedor en ese lugar no tardaba más de tres horas, pero con estas medidas aumentó a 12 y 14 horas y además, muchos contenedores, entre 50 y 60 por embarque, ya no se estaban yendo a su lugar de destino porque no había capacidad de escaneo”, expuso.
Ante esta situación, añadió, tanto el titular de la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet), Ernesto Herrera Novelo, como el Index, firmamos una petición al titular de la Semar en la que explicamos la problemática en la Aduana Marítima y nos canalizaron con el almirante Humberto Enríquez, director nacional de aduanas portuarias, quien se comprometió a enviar más equipos de rayos X para volver a agilizar el proceso de revisión.
El dirigente advirtió que con los nuevos equipos se logró corregir el problema hacia principios de enero, pero lamentablemente esos equipos de escaneo volvieron a fallar y actualmente, estamos de nueva cuenta en la misma situación con cuellos de botella, aunque ya no se estaban quedando 50 o 60 contenedores como en noviembre, sólo entre cinco y ocho, pero el tiempo del trámite sigue siendo muy lento.
Explicó también que la empresa que opera las maniobras en el Puerto de Altura tiene que trabajar muchas horas extra y con ello un aumento en sus costos de operación que se están transfiriendo a las exportadoras, además de la estadía de unos 2 mil 200 por contenedor, por día.
Quizá no parezca tan caro, pero cuando se trata de varios contenedores por muchos días, entonces los gastos se vuelven de escándalo. “La empresa de maniobras nos decía que al menos ellos ya tenían una repercusión de 4 millones de pesos por costos de operación extraordinaria, solamente por maniobras, precisamente por el alentamiento de los trámites de la Aduana”, apuntó.
El empresario también destacó que la industria de exportación en Yucatán lleva 40 años operando con cero incidencias.