La zona ocupada en México por las mariposas monarca que migran desde Canadá se redujo un 59,3% debido al cambio climático y el uso de pesticidas, lo que supone una merma en el número de insectos, informó el miércoles la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Con sus característicos colores anaranjado, negro y blanco, estos insectos realizan cada año un viaje de 4.000 km desde Canadá para hibernar en árboles de oyamel del oeste de México, entre noviembre y mediados de marzo.
“Durante la segunda quincena de diciembre de 2023 las mariposas ocuparon un total de 0,9 hectáreas de bosque, lo que representa una disminución del 59,3% respecto a la superficie de 2,21 hectáreas de la temporada 2022-2023”, señala el informe anual de la Conanp.
“El cambio climático tiene mucho que ver”, afirmó Gloria Taverna, directora de Conservación de esa entidad gubernamental.
“La sequía y las altas temperaturas en los lugares de reproducción, a lo largo de la ruta migratoria (…), han modificado las condiciones que permiten que el fenómeno migratorio se mantenga en las condiciones que conocíamos”, añadió.
Otras amenazas para la mariposa son “el cambio en el uso del suelo” en Estados Unidos, donde dependen de las plantas de algodoncillo para colocar sus huevos y de otras para alimentarse.
La mariposa monarca (“Danaus plexippus”) fue incluida en 2022 en la Lista Roja de Especies en Peligro de Extinción, en el nivel de menor preocupación, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
La protección de los santuarios mexicanos adonde llegan es una actividad de riesgo por la presencia de grupos dedicados a la tala clandestina.
Homero Gómez, uno de los principales defensores de esos ecosistemas, desapareció el 13 de enero de 2020 y su cuerpo fue encontrado el 29 de ese mismo mes en un pozo de agua. Su familia asegura que fue asesinado.
AFP