Por Katherine Pinto/24 Horas Campeche
Con el propósito de contribuir a la erradicación de la violencia contra las mujeres, especialmente en comunidades alejadas de Campeche, Nallely Corazón del Rosario Salazar Nah lidera el proyecto “Mujeres Mayas: Tejiendo Conciencia contra la Violencia de Género”. La iniciativa se enfoca en brindar educación y pedagogía comunitaria, con el objetivo de reflexionar y eliminar todo tipo de violencia de género en los municipios de Tenabo, Santa Rosa, Calkiní y Nunkiní.
En una entrevista con 24 Horas Campeche, Nallely Salazar subrayó la importancia de visibilizar a las mujeres indígenas de estas localidades que preservan la rica tradición del bordado. A lo largo de los años, estas mujeres han sido ignoradas, a pesar de poseer un talento excepcional en el arte de bordar. El proyecto busca concientizarlas para que enfrenten y detengan cualquier forma de violencia, reconociendo su vulnerabilidad ante prácticas machistas arraigadas en las comunidades indígenas.
“Hay muchas cuestiones de violencia que, a diferencia de las mujeres de la ciudad, son distintas en estas comunidades, donde todavía prevalece el machismo. Queremos concientizarlas para que pongan un alto a la violencia que padecen en sus hogares, trabajos y comunidades”, explicó Salazar.
El proyecto ha colaborado con destacadas bordadoras, como Lorena Aké de Dzitbalche, quien ha destacado por su talento y ejemplo de superación al decidir estudiar para que su arte trascienda. Además, se ha trabajado con un grupo de artesanas en Calkiní, dedicadas a la creación de textiles y hamacas. Estas mujeres emprendedoras no solo muestran sus productos, sino que también son inspiración para otras.
La iniciativa cuenta con el respaldo de la Fundación “La Primavera de Campeche”, enfocada en apoyar a mujeres que forman parte de la rica cultura local. En conjunto, han organizado una exposición permanente de los trabajos realizados por estas mujeres, brindándoles la oportunidad de comercializar sus productos para su propio beneficio.
Salazar Nah reconoció los desafíos de llevar el proyecto a las localidades más remotas del estado, incluyendo los costos de traslado, y destacó la importancia de buscar beneficios a través de programas culturales que les permitan continuar apoyando a estas mujeres y fomentar el reconocimiento de su talento cultural.