24 HORAS YUCATÁN
Arriaga, Chiapas – 9 de enero de 2024. La Caravana, conocida como “Éxodo de la Pobreza” ha reanudado su viaje a lo largo de la costa de Chiapas, continuando su travesía hacia el estado vecino de Oaxaca en un esfuerzo por avanzar hacia el resto del país y la frontera norte. Este movimiento migratorio, conformado por alrededor de 6 mil personas, había sido detenido en el municipio de Mapastepec el pasado 2 de enero, donde las autoridades migratorias prometieron otorgarles visas humanitarias.
Después de seis días de caminar aproximadamente 100 kilómetros desde su salida en Tapachula, los migrantes se reunieron nuevamente en el municipio de Arriaga antes de emprender su marcha hacia San Pedro Tapanatepec, ya en territorio oaxaqueño. Sin embargo, la frustración y la desconfianza se apoderaron de la caravana, ya que acusaron a las autoridades migratorias de incumplir el acuerdo establecido en Mapastepec.
El 23 de diciembre, la caravana inició su travesía desde Tapachula con la esperanza de llegar a la frontera norte, pero su avance se vio interrumpido en Mapastepec. A pesar de la promesa de visas humanitarias por parte de las autoridades migratorias, los migrantes se quejan de que no se ha cumplido con lo acordado y que se han visto obligados a retomar su viaje en condiciones precarias.
El 27 de diciembre, tanto autoridades mexicanas como estadounidenses acordaron realizar reuniones periódicas para abordar el complejo tema de la migración. A pesar de estos esfuerzos diplomáticos, la Caravana “Éxodo de la Pobreza” sigue enfrentando desafíos en su búsqueda de un futuro mejor.
En la actualidad, la caravana tiene como objetivo llegar a la zona oriente del Istmo de Tehuantepec, según informes locales. A pesar de la presencia de la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM), los migrantes continúan su marcha sin ser detenidos, desafiando las medidas de seguridad implementadas por las autoridades.
La situación plantea preguntas sobre la efectividad de las políticas migratorias y la capacidad de los gobiernos para gestionar flujos migratorios a gran escala. Mientras la Caravana “Éxodo de la Pobreza” persiste en su búsqueda de mejores condiciones de vida, la incertidumbre sobre su destino final y la respuesta de las autoridades continúan siendo temas de debate en la región.